El paro de colectivos y los subsidios que siguen en alza: llegan a $181 millones mensuales en Comodoro pero no cubre el reclamo salarial de los choferes
El nuevo conflicto en el transporte público de pasajeros tiene origen en los subsidios que reciben las empresas para sostener el costo del servicio, que se financia sólo en una parte por la venta del boleto, mientras que la otra mitad debe ser cubierta por aportes nacionales, provinciales y especialmente, municipales.
Actualmente, en Comodoro esos aportes alcanzan los 181 millones de pesos por mes entre las 3 'cajas', pero no alcanzan para afrontar la última recomposición salarial que reclaman los trabajadores.
“Si seguimos así, lamentablemente las medidas van a ser más extensivas –advirtió Alejandro Quinteros, desde la UTA-. Pedimos disculpas a la gente que usa el transporte, pero es la única forma que tenemos de que se escuche nuestro reclamo”.
El problema no es exclusivo de Comodoro Rivadavia, sino que involucra a todo el transporte del interior del país. La reunión que mantuvo la cámara empresaria y el consejo directivo de la UTA, en el Ministerio de Trabajo este miércoles 11 de octubre, volvió a arrojar los resultados negativos de los encuentros anteriores.
“Lamentablemente los subsidios no están entrando como deberían y va a llegar un momento en que los pasajes van a ser muy caros para las personas que lo utilizan, con todo lo que esto puede perjudicar a una persona que utiliza el transporte dos o tres veces por día para ir a su trabajo”, remarcó.
El referente gremial puntualizó además que el problema no es sólo la demora en los envíos por parte de Nación, sino también que ante la suba de costos los subsidios empiezan a ser insuficientes.
Lo que aportan Nación y Provincia es menos de lo que pone el Municipio
Según pudo establecer ADNSUR en base a fuentes oficiales, actualmente el aporte del Estado nacional, que llega por dos vías (una es el Fondo Compensador del Transporte y la otra, por el sistema SUBE), suma alrededor de 42 millones de pesos por mes, aunque puede variar en 2 ó 3 millones de pesos.
A eso se suma el aporte provincial, que mensualmente transfiere 16 millones de pesos, a partir de un reciente aumento, ya que hasta el mes pasado era de 11 millones de pesos.
Paralelamente, el subsidio municipal debe completar lo que falta para cubrir el total de costos. Hasta hace un par de meses, el municipio debía aportando entre 100 y 110 millones de pesos por mes, mientras que a partir de julio, con el último acuerdo paritario de los choferes, el salto fue hasta los 130 millones.
“El mes pasado pagamos 124 millones a Patagonia Argentina y 12 a Diadema”, contó una fuente cercana al gabinete municipal, dejando entrever otra arista del problema: si Nación no aumenta los aportes para cubrir la recomposición salarial que reclaman los choferes, el dinero tendría que salir de las arcas municipales, lo que torna al sistema casi inviable.
Si Nación no pone más, la diferencia la tendría que absorber el municipio
Las gestiones que se intentarán en las próximas horas apuntarían a reflejar esa situación, pero además un problema adicional: si Nación sigue pagando a 60 ó 90 días de plazo, el municipio no llegaría a cubrir el costo actual del sistema (sin contar la recomposición pendiente), que en lo que va del año llegó a una asignación presupuestaria de 1.040 millones de pesos.
Con ese objetivo en mente, el objetivo que llevaría el secretario de Gobierno, Maximiliano Sampaoli, a una reunión programada para el miércoles 12 de octubre con el ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera, apuntaría a lograr que el Estado nacional aporte los 3 meses juntos, para llegar a fin de año con los recursos presupuestarios asignados para este año.
Un pedido similar se realizará al gobierno provincial, para evitar que el pago de los aportes se traslade a los primeros dos o tres meses del año próximo. El objetivo sería que se abone en el mes de diciembre lo correspondiente al último trimestre, pero vale insistir en un detalle, que no es menor: estas gestiones ayudarían a sostener el funcionamiento con los costos actuales.
Si Nación no accede a incrementar las partidas para el interior, la variable que queda para modificar en la ecuación es el aporte del municipio, que en su carácter de poder concedente es el que está obligado a compensar el costo total del servicio, más allá de los aportes de las demás jurisdicciones.
Así, por ejemplo, cada día de paro implica cero venta de boletos, lo que a fin de mes deberá ser compensado por el municipio, para sostener los costos de las dos empresas que operan en Comodoro.
Un sistema que en términos contractuales se conoce como “leonino”, debido a que los subsidios apuntan al servicio y no al usuario. Aunque es un mal de casi todo el país, no debería alcanzar para consuelo de funcionarios locales, que el año que viene deberán renovar la concesión del servicio.
La otra opción parece más difícil de aplicar: el valor real del boleto hoy podría estar en torno a los 200 pesos, mientras que el sistema de subsidios debería ir sólo a quien demuestre que no está en condiciones de pagar ese monto, con criterios similares a los que se intenta en todo el país, con poco éxito hasta ahora, en las tarifas de electricidad y gas.