San Marcos Sierras es un lugar mágico, así lo describen sus pobladores y también las personas que lo visitan. Está ubicado en la provincia de Córdoba y fue testigo del nacimiento y crecimiento de uno de los primeros asentamientos hippies del país en la década del 70, que tenían bases ideológicas en el movimiento pacifista, el amor libre y la vida en contacto amable con la naturaleza.

Sus habitantes decidieron que el pueblo no tendría asfalto en sus calles, para mantenerse en constante conexión con la tierra. Una de las opciones para una caminata corta son los túneles vegetales formados por árboles nativos de la zona, que a su paso permiten vislumbrar las viviendas de artesanos y productores locales.

Al final del sendero, se puede visitar el Museo Hippie, que expone objetos relacionados con este movimiento que marcó una época. Otro paseo imperdible es tomar unos mates a orillas del Río San Marcos, donde se pueden observar los morteros "ojos de cielo", realizados hace cientos de años por los pueblos originarios y utilizados para la observación astronómica y la molienda de cereales.

El Río San Marcos.
El Río San Marcos.
Aire de Santa Fe

El lugar es reconocido a nivel nacional por ser uno de los mayores productores de miel y aceitunas, extraídos de los montes de la zona sin aplicación de agroquímicos. El pueblo busca fomentar un turismo sostenible, reduciendo el impacto ambiental para vivir en armonía con la naturaleza.

Calles de tierra, cantos de los pájaros, paz y mucha amabilidad son algunas de las características que definen a San Marcos Sierras, el pueblo hippie más auténtico de Argentina, que invita a sumergirse en una experiencia única alejada del ritmo frenético de la vida moderna.

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