La historia de la “rubia del cementerio”: la “aparecida” que recorría las calles y tuvo en vilo a Comodoro
Cuenta la “leyenda” que por las noches caminaba en cercanías del Cementerio Oeste, abordaba a taxistas y les pedía que la llevaran hasta el cementerio de km 5 donde vivía en una tumba de 1933. La Rubia del Cementerio es una de las historias más conocidas de “aparecidas” en Comodoro Rivadavia. Un poco mito, un poco leyenda y con condimentos que se suman en cada nueva versión.
La historia forma parte de la cultura popular de la ciudad y se conoció por primera vez el 4 de agosto de 1973 cuando diario Crónica la publicó en su portada. En #ExpedientesComodoro, repasamos junto a vecinos y académicos esta historia que atemorizó a gran parte de la población en la década del ´70.
“Se habla de la aparecida dejando en claro que no se sabía si estaba viva o muerta, o era un alma en pena y eso resultó mucho más interesante, atractivo y temeroso para la gente. Había mucho miedo porque la verdad es que era una situación bastante dramática, la gente tenía miedo de salir de noche, por eso es que el que primero la ve es un soldado del ejército y taxistas. Generalmente ella se vinculaba con hombres que le pedía que la llevaran de este cementerio al cementerio de km 5 porque decía que su tumba estaba allá”, relata Raúl Muriete profesor y Licenciado en Ciencias de la Educación quien investigó sobre el tema y escribió una novela tomando como base esta historia.
Muriete reconoce que el relato de la “Rubia del Cementerio” tiene elementos que se corresponden con la leyenda, con aspectos históricos y de mito. “Leyenda porque se generó una historia alrededor de una cultura popular de Comodoro en un momento muy particular también de la ciudad. Volvíamos a la democracia, estaba gobernando Cámpora y estaba como aflorando la libertad para expresarse libremente. El tema marcó agenda periodística durante 40 días consecutivos, pero quedó en la memoria de la gente hasta la actualidad. Quien vive o vivió en Comodoro Rivadavia sabe o escuchó hablar de la `Rubia del cementerio`".
“Vos hablas con cualquier vecino de Comodoro, mayor de 50 y te cuenta su propia versión de la rubia, se me apareció a mí, se le apareció a un pariente, todo el mundo tiene un relato alrededor de ella. Una de las características era que cuando tocaba a los hombres ella estaba totalmente gélida, helada, congelada y eso asustaba enormemente a los hombres que se le acercaban. Hoy diríamos era una protección que ella tenía a los juegos cariñosos, amorosos, que pretendían con ellas cuando la llevaban”.
Era tal la psicosis y la paranoia comunitaria que todo el mundo estaba alerta respecto a cualquier persona sola que anduviera sola por la calle. Hay relatos que aseguran que a partir de las 8 de la noche se trataba de no salir a la calle y algunos taxistas no venían hasta esta zona a traer pasajeros.
Una rubia en la banquina
Liliana, profesora y vecina del B°Km8 recuerda cuando fue testigo de esta aparición. “Íbamos con mi novio, su hermano y su señora a Rada Tilly a bailar y a mitad de camino vimos una figura blanca, flameándole el vestido, en el medio del campo a unos metros de la banquina. Daba la imagen que estaba suspendida sobre una mata. Era rubia, con su pelo al viento. Yo me acuerdo y me río pero también me acuerdo del susto que me pegue en ese momento porque yo digo, entonces la rubia del cementerio existe”.
La mayoría de los relatos la describen como una mujer rubia, de pollera corta, vestida de blanco que no tenía un aspecto fantasmal. Una mujer que por un lado era bella y por otro lado era peligrosa.
¿Por qué mujer? ¿Por qué rubia?
La mujer era considerada- desde una perspectiva mitológica en general- como peligrosa, señala Muriete. “Justamente es la que irrumpe, desordena. Un hombre pareciera ser que no, que no tiene problemas con eso, está habituado a ser parte de un patriarcado poderoso, por lo tanto nunca rompe el orden. En cambio la mujer siempre está para romper el orden. Obviamente desde aquel entonces que la quemaban viva hasta la aparición de 1973. La imagen es de una mujer joven, bella, rubia, el mito de que la rubia es más peligrosa que una morocha. El mito trabajó con todos los ingredientes de instalar algo bien instalado en la cultura popular. Encajó justo. Y a su vez fría y misteriosa”.
Susto y desmayo
“La verdad que a las 7, 8 de la noche no andaba ni el gato en la calle, todo el mundo tenía miedo. Yo tenía dos amigos que se desmayaron cuando vieron una rubia, lo encontraron tirado uno en la vereda de Saavedra entre Rivadavia y Ameghino y el otro amigo salía de trabajar de la Crush. Se desmayaban, vieron una rubia y se desmayaban Eso fue verdad”, relata con detalle y seguridad del vecino Pablo Cabezas.
En aquellos años, los medios gráficos entrevistaron a un sacerdote, a un médico, y un parapsicólogo, se tomaron tres perspectivas de la realidad niegan la aparición. Muriete trae al presente aquellas declaraciones. “El sacerdote dice ´nosotros no creemos en la aparecida pero sí puede ser un alma en pena´ y deja abierta la posibilidad desde un punto de vista religioso. El médico dice ´lo que la ciencia médica de la salud no puede explicar no quiere decir que no pueda ser explicado por otras ciencias´. Para el parapsicólogo era totalmente cierto entonces se genera toda una dinámica que todas las voces autorizadas de la ciudad, las voces científicas o profesionales no cerraban el caso entonces el aumento de la preocupación de comodoro de los vecinos, era notable. La gente no encontraba sosiego”.
El 9 de agosto de 1973 Rosa Rodríguez, oriunda de Sarmiento, fue señalada como “la rubia del cementerio”, permaneció presa durante 48 horas en la Seccional Segunda de Policía pero finalmente fue liberada por comprobarse que “nada tenía que ver con el caso”.
Miedo a la muerte
El temor histórico- indica Muriete- que tenemos todos los humanos desde el punto de vista antropológico, histórico, cultural y psicológico es el miedo a la muerte y la sensación de qué te pasa después de la muerte.
“La muerte, dicen algunos especialistas, es al único evento al que no vamos a asistir. Nuestra propia muerte. A todos los demás eventos sí. En la pandemia vimos que todos hemos sido parte de un fenómeno mundial en el que asistimos a un parate del mundo que no nos imaginábamos que iba a ocurrir pero que ocurrió y fuimos testigos. Ahora, la muerte tiene esa cosa de desconocimiento y la preocupación de que alguien regrese de la muerte, que es un mito que se ha instalado desde los mitos nórdicos o religioso, el tema es cómo nos comunicamos con eso que no sabemos qué es. Entonces la cuestión de las aparecidas, las almas en pena, la gente que nos viene a visitar es entendido por las culturas de diversas maneras, entonces genera en algunas culturas miedo”.
“Yo creo que es mito en principio porque es una construcción cultural muy parecida a las que ocurren en otros lugares del mundo y realidad porque la gente lo sintió como real y cada uno en Comodoro tiene un pariente o conocido que vivió esta historia. Hay un poco de mito, un poco de realidad, un poco de creencia, lo más probable es que alguno haya visto algo, o se haya imaginado, pero si para él era real, el relato se vuelve real para el resto”.