Cómo cuidar tu growler de cerveza en casa
Aunque los fundamentalistas aseguran que no hay nada mejor que las latas para conservar la cerveza, los growlers son una opción en la mayoría de las cervecerías artesanales y se están sumando a la vajilla de uso cotidiano en muchos hogares.
CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - De vidrio ámbar o verde, en general tienen capacidad para 1 o 1,9 litros. Lo importante es que tengan una buena tapa. Y cuidar la limpieza para que no acumulen sedimentos u olores que puedan alterar el sabor de la bebida. "Si es para ir a algún evento, lo mejor es cargarlo un rato antes. Por eso es que hay marcas que no quieren que sus productos se carguen en growlers", explica Nicolás Fucci, uno de los dueños de Prinston.
"Recomendamos un tiempo de guardado de no más de dos días, más puede disminuir la calidad de la bebida", apunta Estefanía Weselak, socia de Brew Republic. Siempre conservarlos en un lugar frío y no exponerlos al sol.
A la hora de lavarlos, sugieren distintos procedimientos. "La higiene es importante antes y luego de uso. Se pueden lavar con agua y detergente común. Lo ideal es usar un cepillo de mamadera (largo, con cerdas semi rígidas). Luego de la higienización básica se recomienda enjuagar con un sanitizante de preparación casera (entre 10 y 20 % de alcohol y el resto de agua) para matar cualquier bacteria que haya quedado en el medio", recomienda Manuel Díaz, gerente general de los 15 bares de Peñón del Aguila.
Santiago Olivera, uno de los socios de La Choppería, destaca la importancia de limpiarlo lo más rápido posible después de usarlo, para evitar que se formen bacterias (y que se solidifiquen los residuos). "De no tener tiempo de hacerlo, una alternativa es mantenerlos en frío y seco, por ejemplo, adentro de la heladera, hasta poder limpiarlo", apunta.
Dice que no hay que usar detergente, pero sí enjuagar "vehementemente" con agua caliente al menos tres veces. "El secado también es un factor clave, porque las bacterias se reproducen en la humedad. Para eso, lo mejor es dejarlo boca abajo y al aire hasta que esté completamente seco. Si está vacío, mejor no taparlo porque el aire se estanca y eso también favorece la creación de bacterias", indica.
"Cuando el cliente trae su growler para recargar, llevamos a cabo todo el protocolo de limpieza para evitar cualquier contaminación o sabores no deseados", cuenta Adrián Merino, socio de Buller. En Peñón del Aguila el protocolo indica que no se cargan growlers con mal olor, una rutina que mantienen la mayoría de los cerveceros.
También hay algunos cuidados a tener en cuenta para el momento de la recarga. "Lo mejor es llenarlo hasta el tope para que no le quede tanto oxígeno. Por lo general, las cadenas de growler tienen unas canillas especiales que hacen un barrido de oxígeno con co2 y lo llenan contrapresión", explica Fucci. Y estar atento al movimiento. "Asegurarse de que la cerveza caiga desde el borde, para que no golpee y pierda gas. Y, finalmente, chequear que esté bien cerrado", concluye Weselak.
Fuente: La Nación