Detuvieron al árbitro vinculado con el abuso de menores en Independiente
El "reclutador" de los menores que eran abusados tiene 19 años.
El sospechoso había engañado a la fiscal argumentando que se iba a entregar en un lugar, pero estaba oculto en otro domicilio. Ya tenía pedido de captura internacional.
Por ello es que se efectuó un operativo cerrojo sobre siete manzanas a la redonda, desde calle Lisandro de la Torre a Cnel. Pringles y desde calle Chascomus a Azul de Los Troncos del Talar.
La investigación se inició el miércoles pasado tras la denuncia realizada por un entrenador de las divisiones juveniles del club, quien presentó ante la Justicia el caso de un futbolista de 14 años que dijo haber sido abusado por un grupo de mayores, con quien tuvo sexo tras un pago de $800. Ese encuentro habría sido organizado por un futbolista de 19 años. La banda se quedaba con el doble por entregar a los chicos.
A partir de la reconstrucción realizada por los investigadores policiales y judiciales se pudo determinar que el jugador de la cuarta división de Independiente -que aunque tiene 19 años seguía alojado en la pensión porque había sufrido una lesión en la rodilla- habría sido el "reclutador" de los menores.
El primero de los cuatro chicos que habrían sido víctimas de la red de pedófilos le dijo a uno de los responsables de la pensión, dirigida por Fernando Langenauer, que aquel jugador -J.V., según las iniciales de su nombre y apellido- le había ofrecido tener sexo con adultos.
Según ese relato, los encuentros sexuales eran durante el horario escolar. Los futbolistas menores, cuyas familias viven lejos de Buenos Aires, quedan al cuidado del club. No obstante, sus padres habían firmado autorizaciones para que los chicos pudieran estar fuera de la pensión hasta no más de las 20.
La víctima le dijo al psicólogo que el presunto entregador la llevaba hasta el patio de comidas de un centro comercial situado a un costado del Acceso Sudeste, en Sarandí, a no más de diez cuadras de la pensión. Allí se encontraban con un mayor que los llevaba a un departamento de Palermo, a una casa de San Isidro y a un edificio de La Plata. Allí se concretaban los encuentros sexuales.
Fuente: La Nación