Todas sabemos lo importante que es limpiar la piel del rostro para mantenerla luminosa y saludable. Pero hablando honestamente, ¿cuántas nos tomamos la tarea de hacerlo diariamente? ¿Y cuántas veces ponemos la falta de tiempo como excusa? La rutina de higiene facial no tiene que ser la misma todos los días; de hecho, lo más probable es que necesites adaptarla en función de las actividades que hacés cada día de la semana. Por eso te contamos qué producto te conviene según el tiempo del que dispongas.

Si estás a las corridas

Cuando el día parece no terminar nunca y sentís que no te alcanzan las horas para hacer todo lo que necesitas, lo importante es ser práctico y optimizar el tiempo. Entonces, lo ideal es hacer la limpieza por la mañana y por la noche con la consigna de eliminar la suciedad y las impurezas que se fueron acumulando sobre la piel a lo largo de la jornada. Para estos momentos, el limpiador en espuma es de uso rápido, fácil y efectivo. Esparcís el producto por el rostro y cuello, masajéas, removés con agua y listo. Quizás esta falta de tiempo sea una constante en tu vida y hayas notado que tu piel se haya vuelto opaca y con aspecto de cansada. Por eso no es mala idea elegir un producto para pieles sensibles.

"Un tipo de higiene recomendada en estos casos es aquella cuya base limpiadora está formulada a base de tensioactivos, que aseguran un alto poder de limpieza evitando el uso de jabón detergente. Entre los tensioactivos más conocidos están las famosas micelas, que se componen de una parte que repele el agua de la epidermis -manteniendo la hidratación de la piel-, y otra parte que atrae la suciedad, el maquillaje, el exceso de sebo, etc. El resultado: una limpieza ideal y profunda para pieles sensibles, que no reseca la piel sino y que respeta el agua presente en la epidermis", explica Adriana Rivero, Responsable de Capacitación de Bioderma.

Cuando tenés un ratito para dedicarle a tu piel

Hay días en los que no estás a las corridas pero tampoco podés darte el gusto de relajarte demasiado. En estos casos lo mejor es optar por un limpiador en formato aceite; lo aplicás con el rostro y manos totalmente secos. Cuando ya te esparciste el producto por el rostro, te mojás las manos y entoces sólo es cuestión de masajearte. "El aceite es uno de los mejores medios para demaquillar la piel de forma rápida y eficaz, ya que su textura permite desprender con facilidad los pigmentos y sedimentos de todo tipo de maquillaje", asegura Irene Draksler, Beauty Expert de Burt´s Bees Argentina.

¿Querés saber cuál es la forma correcta de usar un limpiador de este tipo? Aplicá unas gotas del producto en un algodón suave y distribuilo en el rostro con golpes suaves, sobre todo en las pestañas si sos de las que usan productos larga duración o resistentes al agua. Luego retirá con el algodón, y enjuagá muy bien con agua tibia. "Las que tienen pieles normales a secas pueden usar también los aceites limpiador, aplicando con las manos sobre el rostro humedecido y trabajando con movimientos circulares (unas gotitas previamente entibiecidas en nuestros dedos son más que suficientes) y lo enjuagamos muy bien con agua. El cambio en la piel se nota a los pocos usos, se siente más elástica y no se reseca, y las pestañas y cejas no sufren sino que se limpian y fortalecen", agrega Draksler.

El día de limpieza

Los días liberados de compromisos podemos dedicarnos a nosotras y no es mala idea concederle un ratito más tiempo a la limpieza del rostro. Un limpiador en crema es un buen recurso del que sacar partido en estos días y mucho más efectivo si lo aplicás en el momento del baño. ¿Cómo? Cuando te estás duchando aplicá unas gotas del limpiador en las yemas de los dedos; con el rostro bien mojado, sin olvidarte del cuello, masajeá unos minutos hasta obtener una leve espumita. Remové agua tibia.Una vez a la semana es necesario poner freno y tomarte un baño de burbujas, relax y exfoliación de rostro. Esta vez, con el producto en la yema de los dedos, masajeá suavemente todo el rostro teniendo especial cuidado de evitar el área de los ojos. Dedicale un tiempo a ese masaje y sentí cómo el granulado va pasando por toda la piel. Cuando termines, enjuagá cuidadosamente con agua y palmeá el rostro hasta que se seque.

Si hacés mucho ejercicio

Si a tus días les sumás ejercicio regular, es posible que no sepas la cantidad de agua que pierde la piel después de una sesión completa en el gimnasio: en promedio durante una hora de ejercicio puede variar entre ¡0.5 a 2 litros! Así que si sos de las que entrena a diario te recomendamos llevar siempre en tu bolso toallitas que, además de limpiar tu rostro post ejercicio, lo humecten. Pero tené en cuenta que sólo sirven para sacarte de un apuro o usar en ocasiones puntuales porque su uso prolongado puede traer algunas complicaciones como sequedad o grasitud. Siempre recordá que las toallitas son un producto de higiene, pero no de tratamiento por lo que no pueden darle a la piel todo lo que necesita.

Expertas consultadas: Irene Draksler, Beauty Expert de Burt´s Bees Argentina. Adriana Rivero, Responsable de Capacitación de Bioderma.

Fuente: La Nación

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