La OMS recomendó que los niños no vean pantallas hasta los dos años
La agencia de la ONU difundió una guía en la que también pone pautas para la actividad física en los menores de cinco años.
CAPITAL FEDERAL - Los niños no deben tener ningún acceso a las pantallas hasta los dos años de edad y pasar una hora como máximo frente a ellas entre los tres y cuatro años, aunque menos tiempo es mejor, según nuevas recomendaciones emitidas este miércoles por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de una guía elaborada a partir de la revisión de un centenar de estudios realizados en diversas partes del mundo y que ofrece recomendaciones concretas sobre el tiempo diario que los niños pequeños deben dedicar a la actividad física, al sueño y cómo se debe acortar el tiempo de sedentarismo y, específicamente, el “tiempo sedentario de pantallas”. Como pantallas se considera desde la televisión y videos, hasta los juegos de computadora y las consolas.
La OMS decidió ser muy precisa en estas recomendaciones adaptándolas a tres categorías de edad antes de los cinco años: menos de un año, entre uno y dos años, y entre tres y cuatro. Los expertos coinciden en que la infancia temprana, durante la cual hay un rápido crecimiento y desarrollo cognitivo, es el periodo en el que se forman los hábitos de los niños y las rutinas familiares están más abiertas a los cambios y son más adaptables.
“Incrementar la actividad física, reducir el tiempo de sedentarismo y asegurar al niño un sueño de calidad mejoran su salud física y mental, así como su bienestar en general, previenen la obesidad y otras enfermedades más adelante en la vida”, explicó una de las responsables en la elaboración de la guía en la OMS, Fiona Bull, en una rueda de prensa. Los datos disponibles indican que 40 millones de niños menores de cinco años (5,9 % del total) en el mundo sufren sobrepeso.
Sin embargo, estas recomendaciones generaron polémica entre la comunidad científica. Muchos expertos denunciaron el hecho de que están basadas en pruebas débiles y reprocharon a la agencia de la ONU por adoptar definiciones demasiado simplistas de expresiones clave, como “tiempo de pantalla sedentario”. La OMS estima sin embargo que estas instrucciones “llenan un vacío” en el esfuerzo mundial por promover una vida sana, ya que esta franja de edad no se encontraba en sus recomendaciones establecidas en 2010.
En un momento en que la obesidad representa una amenaza creciente para la salud pública y que el 80% de los adolescentes “no son lo suficientemente activos físicamente”, la OMS estimó necesario difundir una lista de buenos hábitos para menores de 5 años, un periodo crucial para el desarrollo de un estilo de vida. Aún reconociendo que estos consejos se basan en “pruebas de débil calidad”, la agencia sanitaria afirma que sus recomendaciones pueden aplicarse a todos los pequeños, sea cual sea su sexo, entorno cultural o estatus socioeconómico.
Andrew Przybylski, director de investigaciones del Instituto Internet de la Universidad de Oxford, cuestionó que “las conclusiones extraídas referentes a las pantallas están alejadas respecto a las pruebas científicas del daño sufrido” y llamó a la OMS a llevar a cabo “estudios de mejor calidad” sobre este tema. “Me pregunto cómo las instrucciones mundiales de política de sanidad pública, que afectan a millones de familias, pueden basarse en ‘pruebas de débil calidad’”, coincidió Kevin McConway, profesor emérito de estadística aplicada de la Open University británica, quien también cuestionó qué es exactamente el "tiempo de pantalla sedentario”.
Sobre este punto, Juana Willumsen, encargada de los temas de obesidad y actividad física de los niños en la OMS, explicó que la expresión de “tiempo de pantalla sedentario” se opone a los “juegos de tablet o a los programas de televisión en los cuales los niños son alentados a moverse”.
Bull, que además es directora del programa para la prevención de enfermedades no transmisibles en la agencia de la ONU, recogió el guante respecto de las críticas a la frágil calidad de la prueba y aclaró que el organismo simplemente quiso ser “transparente sobre el hecho de que todavía hay mucho trabajo científico para llevar a caboen nuevos ámbitos importantes”.
Las recomendaciones, edad por edad
Bebés hasta un año
Para los bebés se propone estimular su actividad física varias veces al día y privilegiar el juego interactivo mientras están acostados, y para aquellos que todavía no tengan movilidad colocarlos al menos 30 minutos a lo largo del día boca abajo mientras están despiertos. Los momentos de pasividad -incluidos los que pasan en un carrito o silla de bebé, o sujetos a la espalda o contra el pecho de quien se ocupa de ellos- no deben superar una hora seguida, mientras que las pantallas de cualquier tipo están totalmente desaconsejadas. Las horas de sueño deben totalizar entre 14 y 17 en los primeros tres meses de vida, y 12 y 16 horas hasta los 11 meses, incluidas las siestas.
Entre uno y dos años
La actividad física debe ocupar al menos 180 minutos del día y adoptar distintas formas, y mientras para los nenes de un año se establece que las pantallas deben evitarse, para los de dos se menciona que el máximo debe ser una hora, aunque menos sería mejor. Las horas de sueño se sitúan entre 11 y 14, lo que incluye el sueño regular y el tiempo que toma el despertarse.
De 3 a 4 años
Se siguen aconsejando al menos 180 minutos de actividad física variadas, pero esta vez se plantea que 60 minutos de ese tiempo debe consistir en actividad física de cierta intensidad. Un tiempo mayor en actividad física es más saludable, mientras que el tiempo consagrado a las pantallas no debe ir más allá de una hora, en tanto que el tiempo de sueño se rebaja ligeramente a entre 10 y 13 horas diarias.
En el conjunto de este periodo -entre cero y cinco años- los expertos alientan a los padres y cuidadores a que los momentos de tranquilidad sean aprovechados en actividades interactivas, como leer o contar una historia al niño y jugar.
Fuente: EFE y AFP