Mirá Boca de Pozo, una película hecha en Comodoro
Expone la vida de los trabajadores petroleros.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Dirigida por Simón Franco, y protagonizada por Pablo Cedrón, Nicolás Saavedra y Paula Kohan, junto a un reparto de actores comodorenses, Boca de Pozo se estrenó el 12 de junio de 2014 en Comodoro Rivadavia. A partir de ahí fue presentada en distintos festivales, donde obtuvo diversos reconocimientos.
Boca de pozo cuenta la historia de Lucho, un trabajador del petróleo repartido entre la dura labor en el yacimiento y una vida incompleta en la ciudad, está hundido en una profunda angustia que lo encierra en un círculo vicioso del cual tratará salir.
SOBRE EL DIRECTOR
Simón Franco también dirigió "Tiempos menos modernos", con la que obtuvo el Premio Balance de Oro a la Mejor Película en el encuentro cinematográfico Pantalla Pinamar. Oriundo de la provincia de Neuquén, Franco es hijo de un trabajador petrolero y vivió durante años en Comodoro Rivadavia, por lo cual tuvo acceso de primera mano a la forma de vida de estos trabajadores, que generalmente son muy bien pagos, pero llevan una vida de consumo exagerado, dilapidando todo su salario en pocos días.
Con la intención de hacer "una película seca" que reflejara la hostilidad del ambiente que rodea al trabajo del petróleo, el director eligió narrar la historia de Lucho (Pablo Cedrón), uno de esos operarios que sufre una crisis de identidad que se refleja en los excesos a los que se entrega.
LA PELICULA
Para Lucho, el día a día en el pozo petrolero es cada vez más agobiante, y esa pesadez existencial se expande a la relación tirante que mantiene con su esposa (Paula Kohan), al vínculo con una madre a la que ve poco y nada y a los encuentros ocasionales que mantiene con la prostituta (Ana Livingston) de la que se está enamorando.
"Al principio, la película tenía un tono más tragicómico, pero poco a poco fue virando hacia un drama mucho más seco. Quería ser muy respetuoso con todo lo que sucede en Comodoro Rivadavia, tratando de reflejar las cosas tal cual son", señaló Franco a una entrevista a Télam, que contó con el apoyo de YPF para filmar en un auténtico yacimiento.
"Desde el vamos, la idea era contar la vida de un boca de pozo y el marco hostil del contexto patagónico. No queríamos subrayar ni marcar nada, sino ser sutiles y mostrar el mundo del protagonista mientras él va avanzando en su viaje interior. Por eso la cámara siempre lo está siguiendo mientras él avanza", explicó.
El director sostuvo que los trabajadores petroleros "suelen sufrir problemas de alcoholismo, de adicción a las drogas y de consumo de prostitución. Ellos cobran mucho dinero pero en general lo gastan en muy pocos días en vicios y cosas superfluas. Quería mostrar esta realidad de la gente que vive en el sur del país".