Practicar yoga para correr más y mejor
Una vez admitimos que solo corriendo no mejoraremos como corredores, muchos buscan en el gimnasio como ganar fuerza, otros utilizan también el ciclismo, elípticas o aquarunning para mantener el fondo aeróbico reduciendo los impactos en las articulaciones. Otros empiezan a practicar yoga.
¿Cómo puede ayudarnos el yoga a correr más y mejor?
Hay algunas pautas sencillas, pero no infalibles, para mejorar como corredor y evitar en la medida de lo posible las lesiones: estirar después de correr, no descuidar la fuerza de los brazos, hacer abdominales, mejorar técnica de carrera, descansar lo suficiente, etc. La parte interesante es que muchos de esos consejos los podemos seguir fácilmente practicando yoga:
• Mejora tu técnica de carrera y fortalece los pies. En el yoga, el apoyo de nuestros pies es la base para realizar correctamente la mayoría de las posturas o asanas. El fortalecimiento del pie y la toma de conciencia de él nos permitirá mejorar nuestra técnica de carrera.
• Realiza estiramientos tras las sesiones de entrenamiento. Intenta mantenerte flexible sin perder la re-actividad de tus músculos. Como ya detallaremos en el siguiente punto, con el yoga podremos mejorar sensiblemente nuestra flexibilidad y hacerlo de forma paulatina y equilibrada.
• Aprende a controlar tu respiración. La respiración es uno de los fundamentos del yoga, aprenderemos a controlarla y relajarla cuando esté alterada.
• No descuides el trabajo de brazos y hombros ya que parte del movimiento necesario para correr se genera desde ellos. Posturas como Adho Mukha Svanasana o Chaturanga dandasana nos ayudarán a ganar fuerza en brazos y hombros.
• Fortalece tu tren inferior (cuádriceps, abductores, gemelos, etc.) para evitar problemas en tus articulaciones. Posturas como la serie del guerrero (virabhadrasana), la postura de la silla (Utkatasana) u otras donde el equilibrio se se ve involucrado, como Vrikshasana (Árbol), nos ayudarán a fortalecer los músculos que soportan las articulaciones que se suelen ver más afectadas al correr (rodillas, cadera y tobillo).
• Descansa lo suficiente. La práctica de yoga, a diferencia de otras actividades deportivas, aunque requiere esfuerzo implica un grado de concentración muy elevado lo que nos permite aislar nuestra mente de otros pensamientos y centrarnos únicamente en nuestro cuerpo, la respiración y cómo reaccionan ambas ante cada postura, alcanzado tras la práctica un grado alto de relajación.
• No sólo corras, práctica otros deportes. Practicar yoga u otra actividad nos beneficiará como corredores aunque sólo sea para liberar la mente y que nuestro cuerpo no haga siempre las mismos movimientos repetitivos.
Fuente: http://www.sport.es/labolsadelcorredor/
Fotos: mpoweryogastudio.com, runtrainmore.wordpress.com