Roberto Dromi, abogado mendocino y figura clave en la privatización de empresas estatales durante los años noventa, falleció el sábado por la noche en su domicilio. Reconocido como uno de los principales impulsores de la primera gran reforma del Estado, Dromi dejó una huella profunda en el derecho administrativo argentino.
Entre el 8 de julio de 1989 y el 4 de enero de 1991, se desempeñó como ministro de Obras Públicas durante el gobierno de Carlos Menem. Durante su gestión, redactó y promovió las normativas que permitieron las privatizaciones que marcaron un antes y un después en la estructura estatal y económica del país.
Además de su actividad en la gestión pública, Dromi fue un prolífico autor de tratados y libros sobre derecho administrativo y continuó brindando asesoramiento a grandes compañías y diversas administraciones en las décadas posteriores a su paso por el gobierno.