¿Chau cepo?: Qué dicen los economistas sobre eliminar las restricciones en 2024
Todos mantienen diferencias sobre su análisis de lo que habría que hacer, despejado el escenario electoral.
La cuestión del cepo reaparece de lleno en la campaña electoral, y aunque todos los candidatos entienden que es una restricción dañina a largo plazo, mantienen diferencias sobre cómo y cuándo levantarlo. “Estamos convencidos de que el cepo cambiario hay que retirarlo de inmediato, si no lo hacemos las decisiones se van a postergar”, dijo Patricia Bullrich frente a figuras de la Sociedad Rural, en abril.
“Si viene alguien a decirle que lo va a hacer el primer día, es mentira, no es realista”, respondió Horacio Rodríguez Larreta. “El cepo más grande que tiene la economía argentina es la deuda con el Fondo Monetario Internacional”, concluyó Sergio Massa.
La medida, definida por el propio presidente Alberto Fernández como una piedra en una puerta giratoria, porque no permite ni la salida ni la entrada de dólares, busca a priori controlar la reserva de una divisa central, pero escasa en Argentina. En efecto, trata de evitar una devaluación brusca por falta de dólares y, por tanto, mayor inflación. Sin embargo, ¿logra los efectos deseados?, ¿es sostenible el cepo para hacer política económica o forma parte de la sábana corta?. ADN Sur conversó con diversos analistas sobre la necesidad de mantener o la urgencia de eliminar esta medida que siempre genera entrecruces.
“Hubo veintidós cepos en la historia de Argentina. Veintiuno de esos cepos terminaron en crisis cambiarias y monetarias. Tres en las crisis de hiperinflación que tuvimos, porque siempre implica el quiebre del BCRA, ya que en un momento (bajo esta política) no consigue más financiamiento”, detalla Aldo Abram, director ejecutivo de la consultora Libertad y Progreso.
Para el economista, la salida del cepo debiera hacerse “en una semana, como mucho dos”, pero solo bajo un gobierno que “marque la hoja de ruta para resolver los problemas de fondo.” Sin embargo, señala una advertencia frente al sector empresarial: “no les podes remesar directamente todas sus ganancias, habrá que hacerlo en cuotas a lo largo del 2024. Tampoco no podés desarmar de un día para el otro esta imposición a los importadores sobre financiar a tres meses o seis meses las importaciones.”
Para Ivan Carrino, director de la consultora homónima, incluso las restricciones cambiarias podrían levantarse “antes de fin de año, una vez que asuma el gobierno.” Consumada la eliminación del cepo, “se destrabaría el potencial de los exportadores, se dejarían de perder reservas y se terminaría con la incertidumbre de que en algún momento vas a devaluar.”
La primera preocupación frente al levantamiento del cepo tiene que ver con el valor al que podría saltar la divisa sin ningún tipo de contención artificial. Sobre el interrogante, Carrino admite: “la salida del cepo también implica el costo de aceptar el verdadero valor que tiene el dólar en el mercado y eso puede traer como efecto una suba de la inflación a corto plazo.” El último dato de inflación responde a un 6% en junio, marcando así la desaceleración de los precios por segundo mes consecutivo. Igualmente, diversas consultoras proyectan un salto moderado de ese número para julio.
Sin embargo, para el consultor de Libertad y Progreso, el dólar oficial podría estar por debajo de los financieros: “Si haces las cosas bien, vas a salir por debajo de los dólares paralelos, porque estos reflejan los riesgos y certidumbres que tenés en este momento. Si no se han ido más arriba es porque hay una expectativa de que venga otro gobierno. A
medida que esta certeza la vayan confirmando las elecciones, el tipo de cambio paralelo tenderá a bajar”, proyecta Abram. El último relevamiento publicado, realizado por Opina Argentina, muestra una paridad entre Juntos por el Cambio y Unión por la Patria, con 30% y 29% respectivamente, en la suma de sus candidatos.
Por su parte, Martín Vauthier, director de Anker Latinoamérica, disiente de la necesidad de quitar el cepo en breve: “Creo que es muy riesgoso eliminar las restricciones cambiarias el día uno, teniendo en cuenta la fragilidad del balance del Banco Central. No tiene reservas netas, tiene pocas reservas líquidas y muchos pasivos en pesos, como los remunerados, LELIQs, pases, no remunerados, la base monetaria.” En ese sentido, advirtió: “Está circulando la base monetaria y hay 3 bases monetarias adicionales en pasivos remunerados. Ese balance de muchos pesos en el pasivo del central, no son demandados por las familias y las empresas.”
Así las cosas, para el economista la prioridad pasa por “una recomposición muy fuerte en la demanda de pesos”, para absorber el dinero que tiene el BCRA que hoy no se demanda y así evitar la presión sobre el dólar, y “un programa económico creíble para el mercado, que tenga una pata fiscal y un tipo de cambio que permita acumular reservas.” De todos modos, no se garantiza, de acuerdo al especialista, que todo eso sea suficiente para recomponer la demanda de dinero “en forma inmediata” ni para justificar la eliminación del cepo el día uno de un próximo Gobierno.
Mientras tanto, con reservas netas en terreno negativo, perforando el piso de los USD 5 mil millones, la posibilidad latente de la cuarta versión del dólar soja y un acuerdo con el FMI que exige acumulación de dólares para garantizar desembolsos, la caja fuerte el BCRA mantiene luces rojas encendidas, a la espera de una propuesta concreta, que trascienda la posibilidad de quitar o no el cepo