De cuánto será la inflación en el inicio del 2023 y cómo impactará en el bolsillo
El martes 14 de febrero se conocerá el nivel de inflación del mes pasado. Como primer dato económico relevante del año, se teñirá de política su resultado y determinará el comienzo de 2023 para el ministro de economía, Sergio Massa.
Los pronósticos finales no son muy auspiciosos. Desde Economía ya se preparan para enfrentar otro 5% de inflación, tras el último dato de diciembre, que fue 5,1%. La semana pasada, el secretario de Comercio Matías Tombolini, dejó en claro que bajar la inflación “no tiene solución mágica” y que la situación lo ocupa. Días más tarde, ese razonamiento fue compartido por Alberto Fernández, aunque tuvo un remate particular: “Gran parte de la inflación argentina es una inflación que los economistas llaman autoconstruida, que es la inflación que está en la cabeza de la gente. La gente ve en un diario que va a subir el combustible y entonces empieza a aumentar por las dudas”, reflexionó el mandatario y una vez más generó polémica. ¿Es así? ¿Por qué hay inflación en Argentina? ADNSUR dialogó con especialistas para responder la pregunta.
Para el director de la consultora FIDE Nicolás Zeolla, la idea “estuvo mal expresada”, pero apunta al flagelo de la “inercialidad” y cómo obstaculiza el alcance del ansiado 3% en abril. En ese marco, el economista contempla agravantes, como los costos por la guerra en Ucrania, la dinámica cambiaria y el ajuste de precios relativos “dado mayormente en tarifas". Según Zeolla, los acuerdos de precios “son sumamente importantes para atacar este frente” y los shocks de precios en fletes internacionales y la energía están desacelerando, pero “el objetivo de 60% de inflación anual parece ambicioso y lejano.”
La economista integrante de Paridad en la Macro y docente, Noelia Torres, coincide en que la inflación “no se autoconstruye”, pero sí apunta a la formación de expectativas como factor clave para calcular el nivel de precios. Lo ve tanto en familias como empresas.
“En los hogares, la actualización de los alquileres y las paritarias son los factores principales que contribuyen a esbozar un número. Lo bueno es que el precio de los alimentos (que tiene incidencia en la canasta básica), mejoró durante los últimos meses de 2022. En cambio, para las empresas, el costo de recomposición de productos es un punto clave para proyectar la inflación.”, detalla la especialista.
Distinta es la mirada de Ariel Coremberg, economista de la dirigente del PRO Patricia Bulrrich, que hace foco en los gastos del Estado por sobre sus ingresos y “el repudio de los argentinos a su propia moneda” como causantes de la inflación. “Las necesidades de financiamiento del déficit fiscal son dadas principalmente por empresas públicas administradas por militantes anti profesionales que generan ineficiencia y corrupción. Esto genera una caída en la provisión de servicios públicos y por tanto la elusión en el pago de impuestos, que se resuelve con mayor emisión monetaria”, cuestionó el asesor económico de la futura candidata.
Por los motivos que fueran, lo cierto es que no se espera un descenso inflacionario en el primer mes del año. Desde el REM del Banco Central, que mide un promedio de IPC de consultoras de la City, pronostican un 5,6%. Analytica, la consultora de Ricardo Delgado, no disiente con su estimación de 5,8%. Lo propio marcan Eco Go, de Marina Dal Poggeto, con su pronóstico de 5,4%, y LCG, de Guido Lorenzo, con un cierre de 5,5%.
Algunas explicaciones que posiblemente aparezcan en el próximo informe del INDEC, tendrán que ver con el sector de Hotelería y Turismo por cuestiones estacionales, la segunda parte del aumento de 13,8% autorizado a las prepagas, la suba promedio de 30% en trenes y colectivos y el incremento segmentado de las tarifas. Como si fuera poco, el precio de la carne, ubicado por debajo de la inflación desde mayo, se disparó a causa de la menor oferta por la sequía y generó un aumento del 30% en el mercado de Hacienda. Se espera que el impacto en el mostrador avizore con fuerza desde febrero, pero ya hubo un leve registro en el último tramo de enero.
Frente al enmarañado panorama, la Secretaría de Comercio inició conversaciones con las empresas involucradas en el programa Precios Justos. El pedido apunta a que la pauta de aumento mensual para los productos no congelados baje del 4% al 3% a partir de marzo. Además, se analizan nuevas canastas de precios para útiles escolares y el sector de la construcción.
Mientras tanto, el equipo de Sergio Massa observa con atención la evolución de los dólares alternativos (CCL y MEP), que demostraron una evolución notable previo a su anuncio de recompra de deuda, ratifica la pauta de déficit del 1,9% del PBI, el límite a la emisión, la meta de USD 5 mil millones de reservas al primer trimestre y el apoyo financiero de bancos regionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo o la CAF. O sea: frente a la inflación, apuesta al cumplimiento con el FMI para encauzar expectativas.