El diario del lunes: crisis de liderazgo y un escenario de coaliciones en el horizonte de Chubut

Los resultados de este domingo electoral, con el aplastante triunfo de Ignacio Torres y la derrota de Carlos Linares por segunda vez en dos años , plantean un nuevo escenario en el rumbo a 2023 en Chubut. Habrá hacia el futuro mas actores en juego y un reacomode de fichas dentro de las dos grandes fuerzas que polarizaron esta elección.

Si bien las elecciones de medio término suelen encender una luz de alerta en las estructuras del oficialismo, en esta oportunidad el resultado de las urnas en Chubut está atravesado por la crisis de liderazgos e internas que anticipan una vuelta de página y cambio en las estrategias.

Desde ambos sectores en puja, aún el que juega hoy ganador, ya se plantea un camino de coaliciones y alianzas políticas que consoliden a quienes se disputarán la gobernación, el plato fuerte de la política pasado el termómetro de las elecciones de medio término.

¿Podría un sector del justicialismo cerrar filas con algún intendente radical? ¿Pensaría Cambiemos la posibilidad de sumar fuerzas de un sector interno del peronismo? ¿Seguirá el radicalismo aceptando la supremacía del PRO en el amado de las listas?

Todas estas cartas ya están sobre la mesa en una provincia que camina hacia un ejercicio menos previsible de la política y en donde harán honor a aquello de convertirla en “el arte de lo posible”. En otras palabras: primará el pragmatismo por sobre las ya viejas y conocidas lealtades.

Desaparecido de escena el último caudillo que fue Mario Das Neves, Chubut no generó ninguna figura que cohesione referentes e intereses dentro de los partidos tradicionales.

Será sin duda el electo senador Ignacio Torres quien tomará (y con envión) la posta de convertirse en el candidato a gobernador dentro de dos años por la fuerza opositora. Será, además, el que tendrá menos para perder: con menos de 35 años, podrá candidatearse con la seguridad de que su puesto seguirá intacto en el Senado de la Nación.

Sin embargo, sabe que será imposible construir chances sobre piso firme sin una estrategia que corra los límites . Desde Juntos por el Cambio ya planean un frente mas amplio, que incluso sume a partidos provinciales o referentes del justicialismo heridos por las internas y el vacío de poder.

Dependerá de los alineamientos nacionales y su consecuente impacto en Chubut la posibilidad de mantener al radicalismo dentro de una alianza Cambiemos. La dura interna dentro de Juntos por el Cambio para llegar a la victoria podría ser el anticipo de una crisis que se replicará en el armado hacia las generales destinado para dentro de dos años en esta provincia.

El PJ, en tanto, demostró que corrió esta carrera sin brújula. Volvió a lo conocido y Carlos Linares como cabeza de lista sumó una nueva derrota, apenas dos años después de perder la provincia frente al gobernador Mariano Arcioni.

El ya anticipado resultado adverso obligó al presidente del PJ de Chubut a esconderse el último tramo de la campaña para dejar de restar votos en una elección clave en la que el kirchnerismo se jugaba mantener el quórum dentro del Senado a favor de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Como en las PASO, no le alcanzó.  

Linares vuelve a ser la cara de la derrota en una retirada en la que manotea un premio mayor: 6 años en el Senado de la Nación. Este es el crédito que, en privado, se ocupó de enrostrar ayer el exintendente de Comodoro. Dolido pero atornillado a un cargo de largo aliento, Linares deberá reconsiderar su rol dentro del justicialismo provincial, al que arrastra a otro resultado adverso, y con los medios con los que sigue enojado, hoy nexo indiscutido con las audiencias.

Para los próximos dos años la suerte está echada y obligará al justicialismo a redefinir estrategias. En la futura carrera a la gobernación se anotará también el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, quien desactivó cualquier posibilidad de reforma de la Carta Orgánica Municipal y jugará todas sus fichas a 2023.

Luque -que alcanzó a cerrar un triunfo en Comodoro- tendrá el desafío, además, de definir y potenciar a su sucesor en esta ciudad ante el acechante crecimiento de la ahora diputada electa, Ana Clara Romero.

Para un PJ dividido y que por primera vez en 20 años no es protagonista de la victoria, tampoco el panorama será fácil. También desde este sector resuena la posibilidad de conformar un frente mas amplio que desdibuje un poco el tradicional sello del Partido Justicialista, cada vez mas imposibilitado de ser garante único de un triunfo.

Luque arranca con dos piedras en el camino: la crisis interna del peronismo y las tensiones con el vicegobernador Ricardo Sastre. En el juego de intereses los precandidatos ya prepararon su plan B, que es la creación de nuevos partidos políticos que aglutinen a referentes de varias fuerzas políticas.

Sin un líder que aglutine fuerzas y voluntades, todos se entusiasman con ser una opción para el 2023. En el zarandeo nacional y provincial, sin embargo, será el gobernador Mariano Arcioni quien tendrá un as en la manga: de él depende la convocatoria a elecciones dentro de dos años, una fecha de acuerdo al contexto nacional podría definir la victoria o derrota de uno u otro candidato.

Mientras tanto, el resultado de ayer tendrá un impacto directo sobre el gabinete provincial. Fue el Partido Independiente de Chubut (PICh) el que se llevó el premio revelación imponiendo a su candidato César Treffinger por sobre el todavía ministro de Seguridad, Federico Massoni. Un partido provincial hasta hoy periférico se convirtió en tercera fuerza. Todo un llamado de atención y demostración de lo que puede ocurrir si las campañas son claras, orgánicas y ponen una cara nueva en escena.

Para las fuerzas en pugna, el desafío será construir un proyecto político que lidere un cambio en la provincia. Con la crisis de representatividad y descontento social que hoy se respira como telón de fondo, el año próximo planteará nuevos acuerdos y límites difusos en el armado de los acuerdos políticos.