El peronismo vs. los peronistas de la Corte Suprema
Cristina Kircher sostiene que Rosatti y Maqueda, los justicialistas del máximo tribunal, están dispuestos a todo. El caso Formosa y el temor a las cautelares que frenan elecciones.
Una frase de Cristina Kirchner en el reportaje que dio en el canal C5N podría ser la clave para entender su renunciamiento a una candidatura para este año.
Según la vicepresidente, la Corte Suprema “parece que se va a animar a todo”.
En este punto estaban hablando con el periodista Pablo Duggan sobre la decisión del máximo tribunal de suspender las elecciones en San Juan y Tucumán.
La vicepresidenta enfoca la discusión como un intento de ataque a los gobiernos peronistas, pero dos de los tres miembros que vienen votando en conjunto son de origen peronista: Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda.
En su carta de la semana pasada CFK ya había sostenido que parte de su temor radica en que la Corte Suprema viene otorgando cautelares con facilidad y que si ella se presentara a la elección y alguien pidiera una cautelar para prohibirle participar de la elección, la Corte podría aceptarla y dejar al “peronismo debilitado”.
Cristina Kirchner está condenada en la causa Vialidad y uno de los castigos es la prohibición de ejercer cargos públicos.
La condena no está firme, pero podría quedar firme en un futuro y es un caso que tiene destino de ser dirimido en la Corte. Todo esto hace que la situación judicial de CFK quede en una situación de vulnerabilidad.
En el mismo programa mencionó el expediente que está en la Corte Suprema sobre la provincia de Formosa, el feudo más longevo del país, donde gobierna Gildo Insfrán desde 1995.
Una diputada radical de aquella provincia hizo una presentación en la Corte Suprema para intentar frenar la 8va reelección de Insfrán como gobernador.
La diputada, entusiasmada con las acordadas que frustraron las reelecciones de Juan Luis Manzur en Tucumán y Sergio Uñac en San Juan, decidió acudir al máximo tribunal nacional para ir contra Insfrán.
El expediente se inició el 15 de mayo y en 5 días ya se le corrió vista al Procurador General que ya devolvió su opinión y dijo que “el proceso resulta ajeno al conocimiento del Tribunal”.
Es decir que la constitución de la provincia de Formosa es clara respecto de la reelección indefinida: no dice nada, por lo tanto no está prohibida. Esta situación le permitió a Insfran ser gobernador durante 28 años. Hay jóvenes de esa edad que nacieron, crecieron, tuvieron hijos y siempre los gobernó la misma persona.
En el dictamen del procurador Eduardo Casal hay una ventana que entusiasma a la oposición formoseña, porque le dice a los jueces que como son el “intérprete máximo y final de sus propios pronunciamientos, podrían decidir la intervención procesal que consideren pertinente”. Por lo que todavía no está dicha la última palabra.
El argumento de los demandantes es que Insfran viola el “principio republicano de Gobierno”, que debe custodiar la Corte Suprema de la Nación. La Constitución dicen en el artículo 1 que “la Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal”. El principio republicano es uno de los tres grandes pilares que tiene la constitución nacional. El padre de estas ideas fue Juan Bautista Alberdi que decía que la reelección “desnaturaliza el gobierno republicano, pues de algún modo introduce tácitamente algo de los gobiernos monárquicos, es decir, perpetuidad del poder”. La posición de Alberdi era de extrema pureza vista desde el presente, porque prohibía incluso un segundo mandato, algo que no está mal visto en la actualidad.
En el artículo 5 de la carta magna, mencionado en el dictamen de Casal, dice: “Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional”. Con este argumento, la oposición provincial busca que se declare inconstitucional la reforma de la constitución provincial que hizo el propio Insfrán en 2003 que eliminó el valor republicano de la alternancia.
Lo llamativo de la situación es la demora de 20 años en buscar impugnar aquella reforma, pero estas cuestiones legales son solo un factor en la discusión. El resto está vinculado con la intención de la Corte Suprema de volver a darle una mala noticia a un gobierno peronista. Cristina Kirchner tiene la sensación de que algo malo podría pasar, porque el expediente se está moviendo con rapidez y en Argentina cuando la Justicia se mueve, siempre trae malas noticias para la política.