Freno al aumento de las tasas de interés en Estados Unidos: beneficios y posibles inversiones para argentinos
Tras los efectos de la pandemia y la guerra, en un contexto de alta volatilidad e indefinición en los mercados globales, la definición de la política monetaria parece no haber llegado aún a un escenario estabilizado.
Después de diez aumentos consecutivos de la tasa de interés en Estados Unidos, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FED) optó por mantenerla sin modificaciones, es decir, entre 5 y 5,25%.
Este elemento constituye un posible final de la tormenta económica en ese país y un nuevo aliento para los intereses de inversores argentinos en la bolsa.
Tomaron como referencia otros índices bursátiles como el de Standard & Poor’s 500 y el Nasdaq, que marcaron nuevos máximos de 52 semanas el martes, cuando se compartió el dato de IPC, que fue mejor a lo esperado: 4,1%, ocho décimas inferior a la del mes anterior.
En el país del Norte, la inflación fue menor a la estipulada, y no hubo signos de recesión pese a que habían sido pronosticados para el primer semestre.
Por ejemplo, a nivel interanual, el PBI del primer trimestre creció 1,6% y se estima que haga lo mismo en el segundo, con un alza del 1,9%.
Contar con un panorama auspicioso en una economía sin costumbres inflacionarias resulta un alivio para ese mercado, y abrir posibilidades de proyecciones de inversión con mayores niveles de crecimiento.
Respecto a los once rubros que integran el S&P500, tres marcaron su impulso en lo que va del año: Servicios de Comunicación, Consumo Discrecional y Tecnología, la cual subió más de lo estipulado y tendrá, se entiende, un golpe de efecto en el mercado.
Los Certificados de Depósito Argentinos (Cedears), que son porciones de firmas mundiales que cotizan en Nueva York en dólares y se adquieren localmente en pesos, funcionan como instrumento de renta variable, y aparecen como una posibilidad de inversión para dolarizarse.
Amazon, Meta, Microsoft y Google son las empresas que brindan mejores performances para inversiones. Si las tecnológicas pueden acceder a financiamiento a un costo que se desacelera, entonces conseguirán desarrollarse en menor tiempo. Igualmente, todos los sectores mencionados crecieron por encima del 30%.
Por su parte, Coca Cola (KO), Microsoft (MSFT), Apple (AAPL) y JP Morgan (JPM), mostraron ser instrumentos de inversión para un perfil de inversor moderado, mientras que Tesla (TSLA), Vista (VIST), Amazon (AMZN) y Meta (META), CEDEARs dedicadas a un perfil más agresivo, se encuentran en proceso de recuperación tras un mal 2022, como sucedió con las empresas en general. Energía, salud o consumo básico no tuvieron un buen desarrollo el año pasado.
El sector financiero tampoco comenzó bien el año, tras la crisis que derivó en bancos quebrados y el Estado federal actuando en clave de salvataje. No obstante, se espera un repunte prometedor, del que JP Morgan podría sacar provecho.
Para la segunda mitad del año, analistas consultados por ADN Sur consideran que el S&P500 podría mantenerse al alza si efectivamente los precios de las acciones se siguen recuperando y los precios objetivos que las propias compañías delinean se cumplen. Sin embargo, no se descarta que la tendencia se revierta y aquellos sectores que en el acumulado del año reflejaron caídas, como el energético o la salud, puedan retomar posición en la suba del S&P500.
De todos modos, los rubros que actualmente motorizan al índice encuentran actualmente su éxito en el desarrollo de la inteligencia artificial, lo que promete un crecimiento constante. Pero es insoslayable que el nivel de actividad disminuyó en relación a lo que acostumbra la economía estadounidense, por lo cual podrían verse beneficiados los rubros anteriormente mencionados.
Por último, aunque el Comité Federal de Mercado Abierto de momento mantenga inalterada la tasa, las proyecciones para fines de 2023 y principios de 2024 son de 5,75% y 4,75% respectivamente, cuando anteriormente eran de 5,2 y 4,5.
Tras los efectos de la pandemia y la guerra, en un contexto de alta volatilidad e indefinición en los mercados globales, la definición de la política monetaria parece no haber llegado aún a un escenario estabilizado.