La economía regional y el 2018: necesario quitar margen al azar

COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR/Por Raúl Figueroa)- El último día del año invita a esa especie de jubileo en el que se puede jugar a hacer predicciones, a renovar proyectos y augurar concreciones que en términos de región, la estadística de la última década y media muestra con contundente crudeza que han sido ínfimas. Observando el cierre del año 2017, sin embargo, crece la sensación, que ojalá sea equivocada, de que el rumbo de lo que traerá el año próximo sigue dependiendo más de cuestiones de azar, que por decisiones resultantes de una planificación efectiva.

En rigor, la región tiene un primer factor vinculado a planificaciones para nada azarosas. El mismo se origina en los planes de inversión de las operadoras petroleras, que se conocerán sobre el mes de marzo. Si el petróleo Brent cierra 18% por encima de lo que cotizaba en diciembre del año pasado, podría augurarse que, en función de la expectativa de un mercado internacional con un nivel de precios estable, también las inversiones en la cuenca San Jorge se eleven, de mínima, en un porcentaje similar.

Vale recordar que en las inversiones proyectadas para el año que concluye, las operadoras comunicaron un total de de 1.548 millones de dólares, lo que representó una merma de casi el 8% frente a lo invertido en 2016. Es decir que si esos planes reflejasen al menos la mitad de la mejora que tuvo el precio del crudo, sería suficiente para recuperar un nivel de inversión similar al del año 2016, con más de 1.670 millones de dólares, aunque todavía estará muy lejos  de lo invertido en 2015, en el orden de los 3.000 millones de dólares.

Algunos indicadores positivos se vislumbran: el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Sergio Bohe, confirmó el viernes lo anticipado por esta columna la semana pasada, en relación a que se proyecta la incorporación de al menos 4 equipos perforadores en la provincia, lo que supondría hasta junio la movilización de 300 puestos laborales adicionales. De paso, comparó que los 70 equipos de torre previstos sólo para esta provincia, sin contar a Santa Cruz, se acercan bastante a los 83 concentrados en Vaca Muerta.

En suma: el factor de precio internacional permite hoy una proyección más optimista que la vislumbrada al inicio de 2017, pero al mismo tiempo confirma que uno de los elementos más importantes de la economía provincial depende absolutamente de cuestiones externas y lejanas a cualquier posibilidad de planificación en términos estratégicos de los actores públicos de la región.

El tímido recupero, que no alcanza para compensar la magnitud de lo perdido en los últimos años, puede traer un alivio, pero no una solución definitiva a la economía provincial. El gobernador Arcioni camina por un alambre en busca de mantener un alineamiento con el gobierno nacional, para recibir la asistencia financiera que le permita, por ejemplo, pagar los sueldos en los primeros días de enero. El ejercicio será constante cada mes, en tanto el alto déficit provincial no terminará de sanearse aun cuando la reducción de cargos políticos logre avanzar de la mano de la emergencia económica que intentará que Legislatura trate el 9 de enero.

En ese intento de alineamiento, el gobernador quedó cruzado con el sindicato petrolero. La dura solicitada publicada por el gremio para cuestionar el apoyo del mandatario a la reforma previsional y tributaria, terminó de marcar un distanciamiento que el propio gobernador puso en palabras, al señalar que se siente dolido, mientras continúa evaluando si aceptará la renuncia de Avila a la presidencia de Petrominera. El fuego es doblemente cruzado: si Arcioni no apoya las reformas impulsadas por el gobierno de Macri, no podrá aspirar a la asistencia financiera sin la cual la provincia se torna ingobernable. Y al hacerlo, le implica romper puentes con otra estructura gremial, pasándola a una vereda de enfrente en la que ya están agrupados los gremios estatales para resistir la reforma en la provincia, además de otros sindicatos poderosos como el de Luz y Fuerza, sin descartar a la construcción que viene dando señales de inquietud por la escasez de obra pública.

Para colmo, el gobierno nacional tampoco da señales claras de responder a la  frustrante acumulación de obras de infraestructura pendientes en esta región, como se vio reflejado en el presupuesto 2018. Y algunos de los pocos proyectos en marcha –doble trocha a Caleta Olivia, repotenciación del acueducto, cerro Chenque, etc- están en manos de CPC, perteneciente al hoy detenido por defraudación Cristóbal López ,cuyo imperio se cae como un castillo de naipes y arroja periódicamente trabajadores a la calle. También aquí el azar pareció jugar su propia dinámica, en este caso con un cambio de cartas de un desconocido crupier, a veces oculto en el sistema judicial.

Por otra parte, la asignación de recursos para construir las reparaciones que Comodoro necesita tras la catástrofe climática sufrida este año sigue siendo un gran interrogante. ¿Llegará la asistencia para esas obras, o pasará a engrosar la lista de mentiras acumuladas en los últimos años? Las cuencas hídricas que inundaron la zona sur y zona norte, además de la re pavimentación de calles, forman parte de un nuevo inventario de urgencias.

Con todo, el gobierno provincial pudo dar una “casi” buena noticia, al repasar los últimos indicadores de desempleo, que bajó de un modo imprevisto en Comodoro, a la mitad de lo que había medido en la encuesta anterior.  Sin embargo, no hay razones objetivas que permitan observar un mejoramiento del empleo (salvo que la explosión de bares y restaurantes, o la venta de cerveza artesanal, haya absorbido a más de 2.500 desempleados que había en junio y que no se registran en septiembre). Tampoco es posible prever hoy si la mejora será sostenida en el tiempo o se debió sólo a una cuestión temporal vinculada a la metodología de la encuesta.

Afirmar que todo depende del azar sería temerario, porque implicaría estar a la deriva  a la que pueden llevar los cambiantes vientos. Sin embargo, se le parece bastante.