La inflación vuela y la preocupación cae sobre la actividad: ¿podrá volver a subir el desempleo?
En un país donde los niveles de actividad aparentan ser auspiciosos, la incógnita recae en hasta cuándo esta dinámica inflacionaria será compatible con el crecimiento y, sobretodo, si revertirá la cifra más baja de desempleo, en términos históricos.
La suba de precios marcó 8,4% en abril, rompiendo por segundo mes consecutivo las proyecciones de las consultoras privadas.
A nivel interanual, es decir, a comparación de un año atrás, la inflación creció 108%. En un país donde los niveles de actividad aparentan ser auspiciosos, la incógnita recae en hasta cuándo esta dinámica inflacionaria será compatible con el crecimiento y, sobretodo, si revertirá la cifra más baja de desempleo, en términos históricos.
Según un informe de la consultora EcoLatina, desde agosto de 2022 que la actividad económica acumula una caída de más del 2%, al tiempo que el empleo formal registra un avance de 2% en el mismo periodo, creciendo incluso 0,5% en los dos primeros meses del año. Es decir: la economía cae, pero el empleo crece.
Es cierto que la creación de ese empleo responde mayormente a monotributistas, pero el asalariado del sector privado incide directamente en el nivel de actividad.
De acuerdo al informe, tres sectores explican el 70% del crecimiento en este empleo: industria, comercio y construcción. “¿A qué responde este rezago en el impacto? Uno de los motivos es que, así como los puestos de trabajo no se generan con los primeros signos de reactivación de la economía, y se espera la consolidación del crecimiento, en momentos más difíciles las empresas “tardan” en reducir sus plantillas”, explican desde el organismo.
Los momentos adversos que menciona EcoLatina ya se viven y la fragilidad macroeconómica indica que podrían ser peores.
El enfriamiento paulatino de la economía hace suponer que ahora las horas trabajadas crecerán a un menor ritmo que el nivel de empleo. Desde finales de 2021 que el tiempo de trabajo aumentó respecto del nivel de empleo, en respuesta al incremento de la actividad económica. Pero a fin de año, ese comportamiento se revirtió.
Según el Centro de Investigación y Formación (Cifra), la corrida de la inflación es más veloz que cualquier negociación paritaria, por eso, el ingreso laboral promedio de los trabajadores de ingresos medios retrocedió 11,3% en los tres primeros años del Frente de Todos, frente al 6,2% del 40% de pobres y al 6,8% de los del segmento medio alto.
Por la misma razón, se entiende que en el primer trimestre de 2023 las ventas cayeron 11% en los autoservicios de barrio, 12% en los comercios de ropa a la calle y 7% en los locales de insumos de la construcción.
No obstante, para EcoLatina esta crisis económica “se traslada al mercado laboral vía precios -en este caso, salarios- y no por cantidades -empleo-.” O sea: menor poder adquisitivo por la creciente inflación se compensa parcialmente con los niveles de empleo.
Así, surge la existencia de trabajadores formales por debajo de la línea de pobreza, una mayor cantidad de jóvenes y de personas de tercera edad insertos en el mercado laboral, el pluriempleo o la altísima informalidad, cercana al 40%.
“Estamos frente a un proceso de súper inflación con altísima persistencia, indexación plena y automática de muchos contratos y ahora afectado por la vulnerabilidad macro/política. No veo crecimiento este año. Tampoco estoy viendo un desplome, por ahora te diría una baja entre -0,5 y -2 por ciento”, explica un economista desde el off a ADNSUR. Además, entiende que los salarios “se mueven de forma heterogénea".
“Algún mes da mal, pero en otro compensa. Lo que te va a pasar es que va a haber una caída del poder adquisitivo en el margen para todos, y con mucha heterogeneidad entre sectores de actividad y entre registrados y no registrados. Pero no va a haber un mega desplome como fueron 2018 y 2019 tras la mega devaluación”, confía el especialista.