Puede que no haya Ley
El proyecto de Ley de bases dio un pequeño paso pero falta todo el camino para que sea un logro. Si la votación de cada uno de los artículos erosiona, aún más, la iniciativa puede quedar en la nada. O terminar siendo una “Ley Fitito”.
El resultado de la votación de la Ley Ómnibus en general fue más allá de obtener 144 votos siendo que necesitaba 129. Claramente no fue un poroteo, obtuvo más de lo necesario. Pero el proyecto no es el mismo.
El texto original contenía 664 artículos que se redujeron a 224. Otro punto a favor es poder exponer y que se escuchan las sugerencias y trabajan según lo acordado. El tema es que proceso de conversaciones para esa grupalidad estuvo teñido de toxicidades, charlas que no llegaban a puerto y dimes y diretes.
Hay otro resultado más allá de la votación que se dio el viernes. Uno que no se visualiza en la superficie y que puede derivar en un revés para el oficialismo: el desgaste al que fueron sometidos los bloques llamados “dialoguistas”. Y eso, va a pesar en las negociaciones en particular.
La discusión artículo por artículo puede hacer caer la ley. Si no se consiguen los votos necesarios para cada tema, el gobierno va a estar en problemas.
El que lo sabe muy bien es Guillermo Francos. El ministro del Interior fue quien comandó las negociaciones (palabra que ahuyenta al presidente de la Nación). Las charlas siguen, pero los opositores están hastiados del destrato. Mientras el ministro se esforzaba, el presidente los insultaba, los acusaba de buscar “coimas” y los denostaba por ser “la casta”. ¿Cuánto más van a aguantar?
Hasta el momento, buscan fidelizar su electorado. Necesitan demostrar a parte de la sociedad que no son los que ponen “los palos en la rueda”. Son conscientes de que el presidente todavía conserva buenos índices de aceptación, a pesar de estar bajando. La “oposición dialoguista” no es novata, también necesita diferenciarse del kirchnerismo.
El poder del voto opositor pesa y, en el contexto actual, cotiza. Saben que La Libertad Avanza los necesita. El oficialismo tiene debilidad parlamentaria, y eso recién puede cambiar en dos años. Una eternidad para una Argentina en emergencia.
¿Cómo piensan gobernador dos años sin votos en el Congreso de la Nación? ¿Cómo poder saber si en dos años logran votos para una mayoría legislativa? ¿Milei tiene consciencia de su limitación? ¿Es reflexivo acerca de que necesita a aquellos que descalifica? Con consciencia o sin ella, la realidad se impone y las instituciones tienen peso. Milei juega con fuego si no empieza a valorar la necesidad de tener a cierta parte de la oposición de su lado.
Si el presidente cree que puede moldear a su antojo la realidad es un problema grande. No solo porque no sucederá, sino porque cuando crea que así es, será una fantasía.
