El directorio de YPF aprobó “el proceso de racionalización y optimización” de áreas maduras
En horas de la mañana del viernes 1 de marzo, se reunió el directorio de la compañía para definir el proceso por el que se desprenderá parcialmente de yacimientos de alta madurez, entre los que se cuentan los de la cuenca San Jorge.
Según el comunicado oficial de la operadora, el propósito de la reunión de directorio fue el de “avanzar en la aprobación del proyecto de racionalización y optimización de la inversión de la empresa en el marco del proyecto de campos maduros, lo cual implica también realizar una evaluación de recuperabilidad del valor contable de dichos activos, lo que arrojaría como resultado un deterioro del valor contable del ejercicio 2023”.
En el mismo tono, añadió que el plan de racionalización busca optimizar el portafolio del upstream convencional, “permitiendo a la empresa continuar desarrollando las áreas convencionales y no convencionales que aportarán mayor rentabilidad a la compañía y sus accionistas por dólar invertido, mediante una mejor alocación de sus recursos técnicos y económicos. Los campos maduros que conforman el grupo de activos constan de un total de 55 áreas”.
“YPF GARANTIZARÁ LOS PUESTOS DE TRABAJO”
Se denomina “yacimientos maduros” a aquellos que ya pasaron su pico “óptimo de producción”. Las buenas prácticas de la industria petrolera establecen que, para las compañías de escala como YPF, no resulta eficiente ni rentable producir petróleo en este tipo de yacimientos, los cuales en general son operados por operadores más pequeños que puedan dar continuidad a la actividad”.
El comunicado asegura que “YPF colaborará de forma activa con el desarrollo local y garantizará los puestos de trabajo durante la transición, entendiendo que este proceso dinamiza la industria en su conjunto, ya que nuevas pymes locales podrán dar trabajo y desarrollo a cada región, explotando áreas que de otra manera no podrían hacerlo. A su vez, la compañía, optimizará su inversión, pudiendo concentrarse en aquellas áreas convencionales y no convencionales que generen mayor valor para la compañía y sus accionistas y sean más acordes a su escala”.
Finalmente, se informa que “para llevar adelante este proceso se debe realizar una evaluación de recuperabilidad del valor contable de estos activos convencionales, evidenciando un indicador de deterioro del valor al 31 de diciembre del 2023 estimado en 1.800 millones de dólares”.