El Gobierno apura la reversión del Gasoducto del Norte, la única obra pública que no se frena
A contrarreloj, Enarsa da nuevos pasos para llevar el gas de Vaca Muerta al norte argentino.
El Gobierno nacional avanza en la reversión del Gasoducto del Norte, la obra que permitirá llevar el gas de Vaca Muerta hacia el norte del país y que buscará reemplazar la falta de envíos desde Bolivia.
Se trata de la única obra pública que la era de Javier Milei decidió concretar luego de idas y vueltas acerca del futuro de la cañería que se conectará con el Gasoducto Néstor Kirchner. Hoy la empresa Energía Argentina S.A (Enarsa) concretó la llegada de los primeros caños a Córdoba desde la planta de Tenaris Siat, en Valentín Alsina.
Según informó hoy la compañía estatal, se realizó el acopio de los tubos de 36 pulgadas de diámetro en la provincia de Córdoba, mientras que en paralelo comenzaron a montarse los obradores y campamentos.
“En total se realizarán 2.500 viajes para transportar unos 10 mil caños para el Gasoducto de Integración Federal Tío Pujio- La Carlota, una de las obras que forman parte del proyecto, junto con la reversión de cuatro plantas compresoras y la construcción de un loop (tendido paralelo) al Gasoducto Norte”, detallaron. Este tramo corresponde al renglón 1 de la obra.
El Gasoducto del Norte tiene cabecera en Bolivia y hasta este año, permitía abastecer de gas a todo el noroeste del país. El declino de la producción obligó al vecino país a reducir bruscamente los envíos de gas y fue por ese motivo, que de la mano de Enarsa nuestro país puso en marcha el plan para llevar el suministro desde Vaca Muerta.
Para esto, el proyecto TransportAr proyectaba la concreción del primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner desde Tratayén en Neuquén hasta Saliquelló, en la provincia de Buenos Aires. Esta obra que comprende 573 kilómetros de traza se inauguró en julio del año pasado.
Una segunda etapa contemplaba llegar desde Saliquelló hasta San Jerónimo en Santa Fe y desde allí, conectar el gas con el Gasoducto del Norte, ahora en sentido inverso. En este caso, el gobierno de Alberto Fernández había determinado como plazo junio de 2024 para evitar, no solo que el gas falte en los hogares, sino también el alto costo en divisas que demandaría la compra de barcos de GNL.
El tiempo, un factor determinante
El anuncio de Milei de detener la obra pública puso en alerta a todo el sector energético del país, ya que no solo implicaría la falta de gas para esa región sino que también peligraba su uso para la generación eléctrica del norte, dependiente de este suministro.
Aún mayor fue la preocupación cuando el recién asumido ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro (ya afuera del cargo), expresó en declaraciones a la prensa que “nadie que paga impuestos usa el gasoducto. Si no lo usamos y lo pagamos con nuestros impuestos, no es lógico (hacerlo)”. En el mismo sentido, el titular de la cartera de Economía, Luis Caputo, había dicho que no se continuarían las licitaciones en marcha ni se harían otras nuevas.
La ortodoxa decisión del gobierno nacional finalmente cayó luego de que los funcionarios dimensionaran que se trataba de una obra clave y de carácter urgente, especialmente para las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Córdoba, Santiago del Estero, La Rioja y Catamarca.
Su continuidad también es clave para el abastecimiento a la producción del litio y permite proyectar exportaciones desde Vaca Muerta hacia el norte de Chile, Bolivia y Brasil.
El renglón 1 está compuesto por 22 kilómetro del Gasoducto de Integración Federal que se extiende desde Tío Pujio hasta la Carlota en Córdoba y 62 kilómetros de un loop al Gasoducto Norte.
Los renglones 2 y 3 consisten en 100 kilómetros del gasoducto de integración Federal Tío Pujio-La Carlota, de un diámetro de 36 pulgadas, que unirá el Gasoducto Centro-Oeste con el Gasoducto Norte. En este caso, la obra fue adjudicada a la UTE Techint- SACDE.
El proyecto se completa con la reversión de 4 plantas compresoras ubicadas en Córdoba, Santiago del Estero y Salta, que se licitan en forma separada.