El presidente de YPF, Horacio Marín, dijo en las últimas horas que “el oleoducto Vaca Muerta Sur será el primer proyecto RIGI de energía del país”, en referencia a una inversión que demandará un total de 2.500 millones de dólares. “Este proyecto va a terminar con el cuello de botella actual en el transporte de petróleo desde Vaca Muerta”, afirmó.

El proyecto se enmarca en el sistema de cañerías a construir para llevar el petróleo desde los pozos no convencionales de la cuenca Nequina hacia sus puntos de exportación.  En una primera etapa cubrirá Añelo-Allen, para posteriormente avanzar hacia Punta Colorada, en un tramo de más de 430 kilómetros hasta el puerto desde el que se exportará, tanto el petróleo como el gas, con la futura planta de GNL.

“Lo vamos a realizar con toda la industria y estamos en conversaciones con una empresa muy importante del midstream (transporte) de Estados Unidos”, anticipó Marín, en diálogo con radio La Red.

“Nuestro objetivo es llegar, junto con toda la industria, al año 2031 a que Argentina sea un exportador de energía del orden de los 30.000 millones de dólares anuales -describió- y se mantenga por muchos años. Eso se basa en un pilar que es el desarrollo peno de Vaca Muerta, en el que YPF y todas las empresas que trabajamos en energía tenemos la mitad para petróleo y la otra mitad para gas, con la planta de licuefacción, que si lo logramos, el país va a ser el quinto exportador de gas a nivel mundial”.

Según informó la empresa al gobierno de Río Negro en una reciente presentación, la construcción del oleoducto demandará más de 10.000 caños de 20 y 30 pulgadas, con una inversión inicial de 190 millones de dólares. Cuando el sistema opere en capacidad máxima, podrá transmitir unos 390 mil barriles por día de petróleo, duplicando la capacidad actual de evacuación desde Vaca Muerta.

Paralelamente, Marín enfatizó que la elección de Río Negro para la instalación de la planta de GNL se basó en criterios puramente técnicos, al tiempo que destacó que el oleoducto Vaca Muerta Sur “es el primer proyecto RIGI de la Argentina, con una inversión de 2.500 millones de dólares”.

Además, describió las ventajas técnicas de la localización en Río Negro, empezando por la menor extensión de cañería en comparación a Buenos Aires. “Una de las conclusiones de la consultora que hizo el informe establece un ahorro mayor al que habíamos estimado nosotros”, dijo, en referencia a un cálculo de 1.000 millones de dólares menos de gasto solamente en cañerías.

“La situación económica va a permitir que haya financiamiento externo y poder desarrollar estos proyectos. Somos optimistas con el futuro de la Argentina, de la energía y de YPF”, concluyó.

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