Qatar, el petróleo y el otro ‘Mundial’ que juega Chubut
La buena proyección internacional del crudo Escalante tiene desafíos por resolver vinculados a la economía doméstica. Las restricciones al dólar y el impacto en servicios esenciales para la perforación configuran una difícil 'ronda clasificatoria' para ganar nuevas fases mundialistas.
Con los ojos del mundo colocados en ese pequeño país de la Península Arábiga, en el sudeste de Asia, vale el ejercicio de pensar algunos puntos en común (y otros muy lejanos) desde la perspectiva de la actividad petrolera y sobre todo gasífera, de la que la sede mundialista es uno de los abastecedores más grandes del mundo, desde una región a la que, curiosamente y por mérito propio, ha logrado ingresar el crudo Escalante que se produce en Chubut.
Con una producción de algo más de 1,3 millón de barriles por día, Qatar integra el top 20 de los principales productores de petróleo del mundo. El primer lugar en el ranking es ocupado por Estados Unidos, con 18,9 millones, seguido por Arabia Saudita, con 10,8 millones. El décimo es Nigeria, con 1,7 millón de barriles diarios, por lo que la sede mundialista queda muy cerca del top ten.
La producción petrolera de Qatar le permite a sus 2,5 millones de habitantes vivir con un ingreso per cápita nominal de más de 61.000 dólares al año, es decir uno de los más altos del mundo, mientras que el Producto Interno Bruto real asciende hasta los 93.500 dólares por habitante al año.
Si bien Qatar fue uno de los países fundadores de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), a principios de los años 70, en 2019 el país abandonó ese cartel, a partir de diferencias surgidas con otros países productores de la misma región, liderados por Arabia Saudita.
Según un informe publicado por CNN, en base a datos del Observatorio de Complejidad Económica (OEC), en 2020 las ventas de gas natural significaron el 47,1% del total de exportaciones, por un valor de US$ 22.200 millones. En tanto el petróleo crudo significó el 23% de las exportaciones (US$ 9.890 millones) y el refinado el 13% (US$ 6.140 millones).
En el último año, a partir también de las consecuencias de la guerra desatada tras la invasión de Rusia a Ucrania, Qatar ha sido mencionado como uno de los posibles centros abastecedores de gas ante la disminución de flujos desde Rusia, ya que comparte con Irán el yacimiento más grande del mundo, en materia gasífera, en el golfo Pérsico.
Aunque por ahora la mayor demanda es orientada hacia países de Asia, los gobiernos europeos han comenzado a gestionar contratos, lo que hace prever que la sede del Mundial (por lo que embolsará unos 20.000 millones de dólares este año) incrementará sus exportaciones en un 60% en los próximos 5 años.
El petróleo de Argentina y San Jorge en el contexto mundial
No hay muchos puntos en común entre Chubut, provincia que pertenece a un país “con petróleo” y aquellas potencias “petroleras”. La diferencia semántica se explica por la enorme distancia en los volúmenes de producción, ya que el petróleo producido por Argentina es una mínima cuota del volumen mundial.
Según datos del Instituto Argentino del Petróleo y Gas, la producción de petróleo de Argentina durante el mes de agosto alcanzó los 92.749 metros cúbicos por día, equivalente a poco más de 583.000 barriles diarios. Es decir, un 0,5% de la producción mundial.
Aunque en la comparación contra Qatar Argentina no parece tan distante en términos de petróleo, ya que su producción representaría un 44% de aquel país (y en pocos años podría reducirse más, ya que la proyección de Vaca Muerta indica que el país llegaría a los 850.000 barriles diarios), la distancia vuelve a crecer cuando se compara exclusivamente contra Chubut, que en agosto extrajo unos 138.000 barriles por día.
La comparación es útil para poner en contexto un hito importante que se alcanzó recientemente desde la provincia, lo que podría implicar nuevas oportunidades a desarrollar desde una cuenca madura como San Jorge, frente al entendible auge del shale neuquino.
El vínculo de Chubut con la Península Arábiga
El dato fue relevado por Marcos Bulgheroni, CEO de PAE, durante el reciente acto de colocación de la piedra fundamental de su nuevo edificio corporativo, en el barrio Industrial de Comodoro Rivadavia.
En esa instancia el ejecutivo refrendó que la cuenca San Jorge continúa siendo la principal exportadora del país y destacó lo que definió como “una curiosidad de nuestro crudo Escalante”, que es dulce, por su bajo contenido de azufre y a la vez pesado, de gran densidad. Ese cambio había sido anticipado por ADNSUR, en este informe especial del 13 de Diciembre de 2019.
Fue entonces cuando explicó que a partir de un cambio en la regulación mundial de los combustibles marinos, que apunta a reducir el uso de azufre, el crudo Escalante volvió a revalorizarse. De ese modo, si bien siempre tuvo inserción internacional para mezclar con crudos livianos, el cambio normativo abrió nuevos mercados.
“Salimos con nuestra valijita a través del mundo –graficó Bulgheroni en aquel acto público- a encontrar el mejor comprador y después de varios años recalamos en un lugar que se llama Fujeira, un sultanato de Emiratos Arabes, en el golfo de Omán, en la península árabe. Es el tercer puerto a nivel mundial en abastecimiento de combustibles y luego de mucho trabajo, conseguimos que el Escalante sea uno de los predilectos. Estamos vendiendo crudo argentino a los árabes y es un gran orgullo para nosotros”.
En efecto, según datos oficiales del Ministerio de Hidrocarburos de Chubut, la exportación de petróleo desde las costas de Caleta Córdova hacia aquel emirato, fue de 966.925 metros cúbicos de crudo en lo que va del año, equivalente a unos 6 millones de barriles.
Las ventas externas se completaron este año con otro importante mercado, como es el de Estados Unidos, hacia donde partieron otros 346.000 barriles.
El cambio de regulación internacional posibilitó además una mejora en el precio del crudo Escalante, que le permite quedar muy cerca del valor internacional, ya que en septiembre por ejemplo se exportó con valores en torno a los 95 dólares por barril, con una diferencia de sólo 1 dólar frente al promedio del crudo tipo Brent. Para entender mejor la importancia de ese valor, hay que recordar que el crudo que se vende al mercado interno, es decir algo más del 70% de la producción total de la provincia, se liquida a valores que este año oscilaron entre 70 y 75 dólares.
A partir del mayor valor, también la provincia se ve beneficiada, al recibir una liquidación de regalías sobre un precio más alto del barril de petróleo, aplicado sobre 3 de cada 10 barriles producidos
De este modo, el petróleo chubutense tiene hoy una nueva demanda externa, que si bien no es nueva ya que históricamente se ha exportado alrededor del 30%, lo que sí ha mejorado son las condiciones de la operatoria, ya que habitualmente había penalizaciones y descuentos. La perspectiva positiva es que esa demanda podría ser creciente, ya que el auge de los crudos livianos en todo el mundo (incluido el de Neuquén) hace necesaria la mezcla con crudos pesados cuyas características son hoy revalorizadas por el mercado internacional.
Tal proyección se da hoy en una región ubicada a menos de 800 kilómetros donde se juega el Mundial 2022. Para seguir con la línea futbolera y mundialista, vale recordar que el Gran Diez, Diego Armando Maradona, también hizo trascender el nombre del ‘Al Fujairah’, equipo de fútbol de Emiratos Árabes Unidos, que dirigió allá entre 2017 y 2018 en la segunda división de aquel país.
Para jugar el Mundial, primero hay que clasificar en la “liga argentina”
La posibilidad de seguir creciendo en el contexto internacional se vincula directamente con las complejidades de la economía argentina. Dejamos ahora el plano externo y volvemos la mirada hacia el mercado interno, donde las restricciones del dólar plantean interrogantes de cara a las perspectivas de crecimiento.
Aunque se trata de un sector estratégico y al que el país apuesta todas sus fichas para salir de la crisis, también la producción de los hidrocarburos se encuentra con los inevitables cimbronazos de la situación económica y algunas medidas del gobierno, frente a la necesidad de cuidar las escasas reservas del Banco Central.
Una de los problemas que impactan hoy es el de las restricciones para el acceso a dólares a la hora de importar insumos. Esto lo sufren especialmente las empresas de servicios vinculados a la actividad petrolera.
Hace un par de semanas hubo una situación límite, en la que uno de los principales proveedores de servicios estuvo al borde de quedar sin stock de elementos básicos para la asistencia en la perforación. A los faltantes de bentonita, vinculados a problemas de una molienda ubicada en Río Negro, se sumaron los faltantes de importados.
“Todo lo que es polímeros que se usan en fluidos de perforación y work over, por ejemplo, viene de afuera porque en Argentina no hay producción propia. Tenemos problemas con eso, también con sales como cloruro de potasio (viene de China o Israel) y otros productos. El inconveniente es que no nos dejan importar con el dólar oficial y si lo hacemos con el valor del MEP, después no podemos trasladar esa diferencia de cambio a la factura del servicio”, contaron desde una empresa que asiste a las operadoras en los proyectos de perforación.
Si bien el inconveniente pudo subsanarse a partir de una autorización para las importaciones de último momento, la situación no fue nueva y podría replicarse en los próximos meses, a partir de un período en el que se estima que el país necesitará unos 8.000 millones de dólares para afrontar diferentes vencimientos entre este mes y marzo de 2023. En base a ese dato, hay analistas económicos que no descartan mayores restricciones.
A menor escala, otras empresas de servicios de barrio Industrial se encuentran con dificultades similares a la hora de importar repuestos para la reparación de equipos petroleros. Así como en medios de Buenos Aires se escuchan dificultades de productores de café a la hora de importar insumos, el comentario en empresas locales se vincula a la continuidad de una cadena de servicios indispensables para apuntalar la producción energética.
“Si tenemos que importar al valor del dólar MEP, no podemos comprar más”, fue la frase escuchada en una oficina empresaria. “Aunque nos dicen que el petróleo es un sector estratégico, hay otros problemas para distinguir a qué sector va cada insumo”, se explicó, como referencia a las complejidades de cada tramitación aduanera.
“Hay algunos productos que te los venden en el país, pero cuando los vamos a comprar, te los quieren cobrar al valor del dólar ‘blue’ y no al oficial. Es una locura”, se quejó un empresario.
Con todo, es de esperar que estos acertijos puedan resolverse, de la mano del objetivo fundamental de aprovechar el gas de Vaca Muerta, para lo que en los últimos días se conoció la primera soldadura de caños del gasoducto Néstor Kirchner, que debiera estar construido en junio próximo.
Se supone que esa ‘locomotora’ traccionará al resto de los vagones hidrocarburíferos del país, que configuran la principal expectativa para salir de una crisis económica cada vez más asfixiante. Es de esperar que todo eso suceda. Mientras tanto, al menos durante las próximas 3 semanas, estaremos entretenidos con el Mundial 2022. Si Messi y los suyos nos dan una alegría, no resolverán la inflación ni las demás angustias. Pero al menos traerán un poco de aire fresco para atravesar el próximo verano, como también el no menos desafiante invierno 2023.