Vaca Muerta: el origen del famoso nombre
Se descubrió en 1931 y cambió para siempre el desarrollo de Neuquén y del país.
La denominación "Vaca Muerta" para una formación geológica estratégica en Argentina no es simplemente un capricho, sino el resultado de una historia que se remonta a más de 90 años. El geólogo estadounidense Charles Edwin Weaver, doctor en geología y paleontología, descubrió esta formación en 1931 durante sus trabajos en la región neuquina, dejando un legado que trasciende en la actualidad.
La elección del nombre se vincula directamente con el área neuquina conocida como la sierra de la Vaca Muerta, donde Weaver identificó notables afloraciones. La historia local sugiere que los habitantes cercanos al lugar mencionaban la presencia de un cadáver de vaca en el interior de la sierra, lo que inspiró el curioso nombre de la formación.
Weaver, contratado por la empresa Standard Oil de California (actualmente Chevron), llevó a cabo sus investigaciones entre 1923 y 1925 en las provincias de Neuquén y Mendoza.
La sierra de Vaca Muerta se encuentra al sur del río Agrio, abarcando desde Covunco hasta las Lajas en Neuquén, y extendiéndose por el suroeste de la provincia, el oeste de Mendoza, el sur de Río Negro y el centro de La Pampa, cubriendo aproximadamente 36,000 kilómetros cuadrados.
Según el Instituto Argentino del Petróleo y Gas, la Formación Vaca Muerta es crucial como roca generadora de la mayor parte del gas y petróleo extraídos históricamente de la Cuenca Neuquina. El registro de Weaver sigue siendo fundamental, incluyendo unidades litoestratigráficas jurásicas y cretácicas como Los Molles, Las Lajas, Lotena, Auquilco, Quintuco, Mulichinco y Agrio.
En 1946, el doctor Pablo Groeber corroboró la importancia de Vaca Muerta durante su levantamiento geológico en la región noroccidental de Zapala, confirmando la antigüedad jurásica de los fósiles presentes en la formación.
Aunque el descubrimiento se remonta a 1931, los depósitos de Vaca Muerta no se confirmaron hasta 2011, cuando Repsol YPF anunció el hallazgo de hidrocarburos no convencionales en la formación. Este descubrimiento, considerado de calidad mundial, abrió nuevas perspectivas en la explotación de recursos energéticos en Argentina, destacando la importancia estratégica de la Formación Vaca Muerta en la actualidad.