Libia Rodríguez es artista en papel: una comodorense en Barcelona que tiene magia en sus manos
Papeles hay miles: de colores, formas, impresos, rugosos, con letras y lisos. ¿Cuántas cosas se puede hacer con ellos? Libia Rodriguez hace todo, con detalles y tiempo. El papel es un material sencillo pero eso no significa que sea simple trabajarlo. Hoy en ¿Cuál es tu gracia? una artista comodorense que deslumbra en Barcelona con sus creaciones.
"Con papel se pueden hacer tocados de novias, adornar vidrieras, decorar la fachada de un edificio de 5 pisos para navidad, por ejemplo", dice Libia Rodriguez, una comodorense que vive en Barcelo desde 2008. Cuando llegó comenzó a buscar trabajo y dio con el sueño de su vida: trabajar el papel y pertenecer al equipo de Wanda Barcelona, un estudio de arquitectura efímera. Allí crean espacios arquitectónicos, que duran poco tiempo; se realizan específicamente para grandes marcas de la moda: Jean Cartier, Luis Vuitton y Christian Dior.
Cuesta imaginarse una tarea de este tipo: trabajar todo el día el papel, darle formas y usos que nadie se imagina. Libia describió: "Una vez estuvimos viviendo 1 mes en la India. Trabajamos para el casamiento de la hija de una multimillonaria hindú, y en su jardín construyó una estructura tipo carpa gigante de 700 m2 y nosotros tuvimos que decorar todo con papel. El evento comenzaba a las 16hs y terminaba a las 22hs”, describió.
Para realizar este tipo de trabajo se requiere de habilidades que tienen que ver con la motricidad fina, la prolijidad y la paciencia. Se hacen productos muy complejos y lo primero que hay que hacer es aprender a fabricarlas. Al trabajar con marcas tan importantes todo tiene que ser perfecto, por eso son obras de arte, un artículo de joyería. Todo se corta con una máquina laser, ya que se requiere de la mayor precisión. “A mí me gusta hacer los trabajos más finos, la cosita chiquitita, una tarjetita, una flor. Lo que el cliente abre y ve a detalle”, afirmó Libia.
“Hicimos la fachada de 5 pisos de esta tienda. Fue un árbol de navidad desde la punta del edifico hasta la vereda. Tardamos un mes aproximadamente para producir las estructuras que luego enviamos en camión desde Barcelona a París. Posteriormente nos trasladamos y allí montamos y decoramos. Cortaron la calle por dos noches y pudimos terminar este trabajo”, relató la artista en referencia a un trabajo para la marca Christian Dior en París.
Aunque Libia está rodeada de glamour, no deja de sorprenderse. “Una marca para la que trabajamos realiza un evento alrededor del mundo con sus bolsos más caros. Estos pueden valer desde 350.000 euros a 500.000, es un mini bolso y yo puedo estar 3 meses trabajando para hacerle la decoración en papel que lo rodea y a veces pienso: este dinero le puede cambiar la vida a una persona”, aseguró la diseñadora. Eso la lleva a pensar que el dinero esta distribuido inequitativamente en el mundo.
UN ORIGAMI Y UN DESEO
Es posible preguntarse como terminó la comodorense viviendo en Barcelona. No fue el viento precisamente el que la llevó hasta allí; fueron sus ganas de viajar y conocer el mundo, una ilusión que tuvo desde pequeña según contó a ADNSUR. Cuando terminó el secundario en la escuela de Arte de Comodoro Rivadavia se mudó a Buenos Aires para estudiar Diseño de Indumentaria. Se recibió, trabajó como ayudante de producción en varias marcas hasta que entró a trabajar en Mariana Márquez como diseñadora. La idea de viajar siempre la tenía presente, hiciera lo que hiciera. Un día una pareja de amigos le contó que se iba a España a probar suerte y allí se despertó su constante sueño. El 01 de mayo de 2008 tomó un avión y aterrizó en Barcelona.
Allí trabajó en una tienda de ropa por unos tres años, hasta que le llegó la crisis de los 30 y comenzó a replantear su vida: “En esos días conocí la leyenda de Sadako y las mil grullas. Esta historia dice que si construís 1000 grullas se te cumplen los deseos. Cómo me aburría mucho en el trabajo me puse a construirlas en Origami y pedí un deseo. Al acabarlas (en dos semanas) pensé: algo tendría que hacer con esto y se me ocurrió hacer una marca de joyas en papel”, contó Libia. De alguna manera el deseo de cambiar su vida se cumplió.
La dueña del local al ver su trabajo la contactó con la marca Nina Ricci y a partir de ese momento no paró de trabajar con papel. Si queres conocerla un poco más, escucha el episodio y seguila en sus redes sociales