Veroka Velásquez, una artista comodorense y polifacética
Veroka Velásquez quiere mostrar todo, "hablar de las cosas que en una sociedad se tapan", según describe. Así construyó su camino. Hace algunos meses, el 21 de noviembre de año pasado, estrenó la película “Oíd Mortales”, cuyo objetivo fue contar lo que sucede dentro de los institutos de menores, que viven en situación de encierro. Qué significa hacer cine independiente, cuanto tiempo le llevó este trabajo y cuáles son los entretelones de una película es lo que cuenta la cineasta en primera persona en ¿Cuál es tu gracia?, un podcast de ADNSUR.
“Hacer cine es independiente significa que amás lo que hacés, de una forma sin igual; si no, no lo hacés", explica Veroka Velásquez, tratando de explicar una pasión, que es imposible describir en palabras. Ser realizador y crear una película es una tarea difícil, requiere de mucho dinero, tecnología y un gran equipo de gente para que las cosas salgan bien. En el caso de Veroka, los recursos los generon ellos mismos y es por eso que, a pesar de las dificultades, los tiempos también los manejan ellos, afirmó la artista.
Aunque pasaron 6 años, desde que surgió la idea de la película, hasta el día del estreno, el objetivo estaba claro. El disparador para hacer el film fue un hecho real y concreto porque Veroka trabajó enseñando arte en algunos institutos de menores y allí pudo experimentar las injusticias alrededor del mundo de estos jóvenes.
"Se morían en situación de encierro y de manera inhumana y nadie cuestionaba nada", revela Veroka. Ella como militante activa realizó denuncias, informes y sintió que todo se cajoneaba, que al Estado ni a nadie le importaba lo que pasa en estos lugares.
“Lo difícil fue que hice el camino previo: daba los talleres en este sistema cerrado y comencé a sentir una impotencia y frustración muy grande. Pensé que esto tenía que ser una película para que todos vean lo que pasa”, recordó la cineasta y agregó: “Hay mucha ignorancia y desconocimiento. Uno siempre dice que el arte cambia, modifica y de golpe te encontrás con que eso tenés que ponerlo a prueba; es muy difícil pensar en arte cuando tenés olor a meo, y es todo cemento húmedo y enrejado”, cuenta.
Veroka hace memoria y relata sobre las crónicas que ella hacía en los institutos como registro y que le sirvieron como base para el armado del guión, las horas de filmación, búsqueda de locaciones, y la gestión de fondos. Para todo esto se requiere de un equipo que se convierte en sustento del proyecto y es también es el motor, como sus compañeras Micol Metzner y Mónica Bonavia, que forman parte MVM Producciones Audiovisuales junto a Velásquez.
En relación a la búsqueda de actores y actrices también se realizó un trabajo muy laborioso. La protagonista es Andrea Digorado, otra actriz comodorense que actualmente reside en Buenos Aires. No querían que hubiera personajes estereotipados, y por eso trabajaron con “no actores” algunos eran chicos de los institutos que se encontraban en proceso de “probation”
Daniel Fernández es un joven que conoció en situación de encierro y él fue coguionista, también actuó e hizo un rap en la película, bajo la dirección musical es de Valeria Velásquez, hermana de la cineasta.
Oíd Mortales actualmente puede ser vista en la plataforma de Cine.ar"No es fácil acceder a las salas de cine", reconoce la cineasta, por eso trabajan duramente esta etapa. La proyectan en escuelas, unidades y en todos los lugares a donde las invitan.
Veroka habla y se la siente muy contenta. Reconoce que si hubiera sabido que era tanto trabajo tal vez no la hubiera hecho, pero la pasión por lo que hace la supera y no se arrepiente. Este recorrido le sirvió para sus próximos proyectos. Al final de la charla decretó: “Nosotros nos vamos a morir, pero lo que hagamos no”.