Chubut recibirá 125 millones de pesos en ATN por la pandemia. ¿Es mucho, es poco, contra qué se compara esta cifra?
Es sobre un total de 8.000 millones de pesos que Nación distribuirá sobre las provincias como asistencia extraordinaria, desde el Ministerio del Interior. Entonces volvemos a una proporción ya conocida, en otras distribuciones similares de asistencias, anteriores: a esta provincia le corresponde sólo un 1,6 por ciento del total de la ayuda distribuida. O sea, menos de un 2 por ciento.
La noticia dice que “Mariano Arcioni valoró el acompañamiento del gobierno nacional por la pandemia”.
Lo que falta agregar a ese agradecimiento es que Chubut, junto con Tierra del Fuego y Santa Cruz, son (como en oportunidades anteriores) los últimos orejones del tarro, las que menos reciben. Podrá decirse que es porque tienen menos población, pero aun así no alcanza para explicar la extraña discrecionalidad que se adopta desde el gobierno central.
En co participación de impuestos, por ejemplo, estas provincias también ocupan los últimos lugares, pero aún así Chubut llega a casi un 3 por ciento del total de la torta, es decir casi el doble de lo que recibe ahora en esta ayuda extraordinaria.
Y hay otro dato contra el que puede contrastarse lo exiguo de esta cifra: en los primeros 4 meses de este año, las exportaciones de petróleo de Chubut generaron algo más de 203 millones de dólares, según datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación.
Como el Estado Nacional aplica retenciones a la exportación, que llegan hasta el 8 por ciento cuando el precio del petróleo supera los 60 dólares, puede estimarse que el gobierno nacional recaudó, por las retenciones a la exportación que produce el sur de Chubut, particularmente Comodoro Rivadavia, algo más de 16 millones de dólares. Es decir, 1.600 millones de pesos. Lo que vale decir, desde esta ciudad se entregaron a la Nación más de 10 veces, en sólo 4 meses, de lo que ahora vuelve en aportes del tesoro nacional.
Es un capítulo más, de una serie bastante repetida. Una serie que, lejos de las grandes producciones de Netflix en tiempos de pandemia, aburre por lo escasamente creativa: El de una región que siempre está presente a la hora de poner, pero la corren hacia el fondo, a la hora de devolver.