“Él le decía que era así y que ella se lo tenía que bancar”, recordó la defensora de Fernández Quelca
En mayo de 2019, un mes antes de ser asesinada, la víctima había concurrido nuevamente a la Defensa Pública, donde volvió a describir una dinámica de la relación muy agresiva. La defensora indicó en su testimonio que hubo un proceso largo de victimización, con muchos episodios de violencia física, emocional y de retractación, donde se confirma el ciclo de violencia física, económica y simbólica.
Una nueva jornada del juicio oral y público por el femicidio de Daniela Fernández Quelca se concretó en la mañana de este miércoles, cuando se escuchó la palabra de una defensora pública civil, el de una psicóloga del Equipo Técnico Multidisciplinario y el de un profesional en Criminalística del Equipo Técnico Multidisciplinario del Ministerio Publico Fiscal.
La primera testigo que tomó la palabra fue la Defensora Pública, Laura Nogues de Peralta, quien recordó que se presentó por primera vez en el año 2017 la víctima Fernández Quelca y allí se le asignó el caso a su equipo de trabajo.
Según recordó, Daniela relató que conoció al imputado en Bolivia y que desde inicio de la relación en el año 2013 él era sumamente agresivo con ella, ejercía violencia física. Finalizaron la relación y luego se volvieron a encontrar en Comodoro.
Luego nació su hija en común y convivieron hasta que en 2017 se presentan múltiples hechos de violencia psicológica, golpes e insultos de parte del imputado hacia ella, entonces decidió poner fin a la relación. Se dicta una medida de exclusión del hogar al imputado y luego se da un proceso de retractación.
En mayo de 2019 la víctima nuevamente concurrió a la Defensa Pública y describió una dinámica de la relación muy similar a la anterior, muy agresiva. “Él le decía que era así de esa manera y que ella se lo tenía que bancar”, recordó la defensora, quien concluyó que hubo un proceso largo de victimización, con muchos episodios de violencia física, emocional y de retractación, donde se confirma el ciclo de violencia física, económica y simbólica.
Según informa el Ministerio Público fiscal, se escuchó también la palabra de una psicóloga del ETI, del Juzgado de Familia que entrevistó a la víctima para hacer una evaluación. "Estaba separada y se dictaron medidas de protección, ya que no vivía con su pareja. Su relato era consistente y reflejaba una situación de violencia física reiterada. Se encontraba en una situación de vulnerabilidad con violencia, embarazo precoz, desarraigo y falta de recursos", precisó.
Otro de los testimonios destacados de la fecha fue el del Lic. José Díaz, del ETM del Ministerio Público Fiscal, quien realizó dos pericias una sobre los posibles recorridos desde donde residía el imputado y el lugar donde fue encontrado el cadáver y la segunda pericia sobre un video de un comercio de la zona.
Brindó detalles de los posibles recorridos y de su distancia, 762 metros, desde el lugar donde residía el imputado al lugar donde fue encontrado el cuerpo de la víctima. En el video registrado con la cámara del comercio se ve a dos personas caminar y mediante una escala escopométrica y un patrón métrico se realiza una comparación que arroja que la persona N°1 mide aproximada 1,69 metros y la persona restante, 1,53 metros aproximadamente, concluyendo que el imputado Atanacio Pardo tenía características que podrían coincidir con el sujeto número uno.
El tribunal colegiado de debate fue compuesto por los jueces Mónica García, Raquel Tassello y Jorge Odorisio; el Ministerio Público Fiscal fue representado por María Laura Blanco, fiscal general; en tanto que la defensa de Atanacio Pardo fue ejercida por Daniel López, abogado particular del mismo.
El femicidio de Daniela Fernández Quelca:
El ilícito contra la vida, a ventilarse en el debate, da inicio en momentos en que la víctima Daniela Fernández Quelca mantuvo una relación de pareja con el imputado Eduardo Atanacio Pardo desde principios de 2016, cuando ambos vinieron desde Bolivia a Comodoro. Esta relación fue signada por agresiones físicas y psicológicas de Atanacio Pardo hacia Fernández Quelca, las que se tornaban cada vez más graves hasta que Fernández Quelca le pide que se retire del domicilio. Esta decisión no fue aceptada por Atanacio Pardo quién continuó hostigando a Fernández Quelca con intenciones de impedir que rehaga su vida.
Así en horas de la noche del 19 de junio de 2019, encontrándose ambos en el inquilinato de la calle Código 765, al 1700 del barrio Moure, donde residían en departamentos separados, Fernández Quelca y Atanacio Pardo comenzaron una nueva discusión. Ambos se retiran del lugar dejando a las hijas en el departamento de Fernández Quelca y en el transcurso de las 23.00 h. de ese día y las 8.00 hs. del 20 de junio se dirigieron hacia la calle Ricardo Torá al 2000, donde Atanacio Pardo tomó un bloque, y le dio un golpe en la cabeza, causando la muerte de Fernández Quelca por traumatismo encéfalo craneano.
Calificando jurídicamente el mismo como “homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género (femicidio)” en calidad de “autor” para Atanacio Pardo.