En la décima primera jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa habló Máximo Thomsen

Según informó Clarín, tras ver entrar a tribunales a su madre, el rugbier comenzó a llorar y luego de prestar una breve declaración, donde contó que lucha contra una grave enfermedad, Máximo Thomsen pidió hablar.

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Del Instagram de adnsur

El joven es uno de los rugbiers imputados en el caso y uno de los más comprometidos por los testimonios y las pruebas.

"Quiero pedir disculpas principalmente por que jamás en la vida se me hubiera ocurrido de tener intenciones de matar a alguien, dijeron varias cosas sobre mí. Tuve muchos años, no me reconocía. Quiero pedir disculpas porque es algo que nunca hubiera buscado", comenzó diciendo Thomsen.

Qué pasó el 18 de enero

El joven aseguró que se habían levantado como a la una de la tarde, “después de una noche que quisimos salir y no pudimos”, pero "como estábamos ente amigos y con mucha gente conocida en zarate que estaba en la zona, decidimos salir". 

Luego indicó que en heladeritas fueron a la playa a tomar y para la noche “ya estábamos medio mamados”.

Thomsen dijo que "jamás en la vida se me hubiera ocurrido tener intenciones de matar a alguien"

"Seguíamos tomando y como a las tres y media, cuatro decidimos ir para poder entrar al boliche para no perdernos al artista", agregó el rugbier.

Respecto a la llegada al boliche, dijo: "Yo fui el primero que entré y fuimos directo la barra a canjear la consumición. Había mucha gente. Había tanto movimiento que se volaba el vaso. Nunca saqué el celular".

“Me acuerdo que en una ocasión yo digo 'por favor basta de empujar' y siento que alguien me responde 'estamos todo en la misma'. Cuando termino de decir eso me empuja alguien, me doy vuelta y era un amigo, que tenía un chichón”, manifestó Thomsen.

Cuando lo sacan, el rugbier dijo que lo "estaban asfixiando"

Sobre su salida del boliche, sostuvo que fue cuando vio a su amigo con el chichón. 

Me preguntaron si era el amigo y me sacaron a mi también. Me agarran de atrás, sentí presión muy fuerte. Me asusté. Trató de sacar las manos porque me estaban asfixiando. En eso escucho 'llévenlo a la cocina que los cagamos a palo'. Cuando estoy por pasar por el pasillito siento que me pegan dos piñas en las costillas”.

La pelea afuera del boliche

Al salir de Le Brique, Thomsen dijo que vio a uno de sus amigos que se estaba por meter en una “ronda de gente desconocida”.  

“Salgo corriendo detrás de él y digo 'se van a pelear'. Y me pegan una piña en la cara. Lo primero que hago es defenderme tirando patadas. Pero jamás en la vida con la intención de matar a alguien”, dijo y comenzó a llorar

Además, agregó: “hace tres años que dicen que soy el líder”.

Por otra parte, durante el final de la pelea, dijo que “alguien me pone la mano en el pecho, me doy vuelta pensando que me iba a pegar y era un amigo, me dice 'basta'”

Después, "miré para el costado y nadie estaba pegando, me vuelvo a dar vuelta a ver si veo a todos mis amigos y me voy yendo”.

“Cuando llegan los demás comenzaron a comentar la pelea. Otro de los chicos dice 'creo que terminó mal' y yo digo 'no, como , si fueron segundos'. Para mi había sido una pelea, fue un abrir y cerrar de ojos” aseguró Thomsen

Uno de los chicos dijo que la pelea terminó mal. Para mi había sido una pelea, fue un abrir y cerrar de ojos Foto: Clarín

La llegada y la detención de la policía

Por otro lado, el joven contó en la mañana, lo despiertan y estaba la policía afuera. Les preguntaron si habían ido a un boliche y si tuvieron una pelea. 

Tras responder, fueron tirados al piso y les dijeron: '¿ustedes saben por qué están acá?. Ustedes mataron a un pibe'

Tras escuchar eso, el rugbier imputado, aseguró que comenzó a sentirse mal a vomitar y a darle vuelta la cabeza. “No lo creía hasta el otro día. Mi cabeza no lo podía procesar porque no lo entendía”, sostuvo.

Por otro lado, tras ser consultado sobre sus compañeros y si los podía identificar en los videos del boliche, Thomsen se negó y aseguró que no iba a responder sobre otros.

Thomsen reconoció su zapatilla con sangre

Las manchas de sangre

Luego mostraron fotos de todas las prendas de los acusados, sin embargo en todas reveló que no eran suyas. Excepto, cuando apareció en la pantalla, la foto de unas zapatillas con sangre. Ahí, indicó, "es mía.

Asimismo, fue consultado por el fiscal, quien preguntó si había visto alguna reacción de Fernando Báez Sosa cuando estaba tirado en el piso. En ese momento, el rugbier dijo, no miré, no sé, miré para arriba”.

Por último se negó a responder preguntas de Fernando Burlando, abogado defensor de la familia Báez Sosa.

“No me siento cómodo respondiéndole preguntas a una persona que me insultó mucho a mí, a mi mamá. Dijo muchas barbaridades sobre mi persona”, explicó el joven acusado.

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