RAWSON (ADNSUR) - El abogado defensor de Marcelo Suárez, Carlos Conti, remarcó que su defendido sólo obedeció órdenes, “por lo que cumplía un mandato legal. No se le puede reprochar a alguien que cumple una orden”, expresó. Y remarcó que “simplemente se encargó de estar en Comodoro repartiendo colchones y víveres. Ese era su rol, Suárez era un instrumento dentro de esta organización administrativa y no actuó con dolo”, aseguró.

A Suárez se lo acusa del delito de concusión, es decir, que “el servidor público que abusando de su cargo o de sus funciones constriña o induzca a alguien a dar o prometer al mismo servidor o a un tercero, dinero o cualquier otra utilidad indebidos, o los solicite, incurrirá en prisión”, explicó.

Conti informó que “exceptuando de las prescripciones de su reglamento para adquisiciones de bienes, prestación de servicios a los fines de ejecución de las obras necesarias para la emergencia climática, este fundamento habilitaba al Ministerio de Coordinación y por ende al Gobierno a tomar las decisiones que la administración considerase oportunas y convenientes. Podrá ser materia de discusión si eso excedió la competencia de la función pero lo cierto es que la actuación de mi defendido fue por expresa y estrictas órdenes donde se le indicaba qué hacer y cómo hacerlo”.

“Vengo a impugnar que el único reproche para la calificación es que en la maniobra todos los expedientes parece que firma Marcelo Suárez, y le pedían un memorándum indicando la información de la factura. Era lo ordenado y expresando Suárez que dicha compra fue a los fines de asistir a las familias afectadas y al mismo tiempo le ordenaban conformar las facturas emitidas por los proveedores para elevarla al ministro coordinación de gabinete. Le ordenaban remitirla a la Unidad del Gobernador y ésa era la orden por lo que cumplía un mandato legal. No se le puede reprochar a alguien que cumple una orden”, sostuvo.

E indicó que “la orden no contenía ninguna prohibición sino que era atender a la emergencia. Se dispuso de esta operatoria y los fiscales encuentran que fue errónea y encontrarán elementos que puedan ameritar una investigación para cada caso, pero no podemos reprocharle a Suarez que cumpliera con lo ordenado” y que consistió en “conformar la factura para el pago de la emergencia y que el decreto decía que serían abonadas en los 30 días subsiguientes. La factura que Suárez conformó, fueron facturas que ingresaron a la emergencia y así fueron ordenadas”.

Dado que se le acusó de que Suárez firmaba como si hubiera existido la compra, Conti sostuvo que “tienen razón porque Suárez no elegía a quienes comprar, ni las mercaderías. Simplemente se encargó de estar en Comodoro repartiendo colchones y víveres. Ese era su rol, Suárez era un instrumento dentro de esta organización administrativa, no actuó con dolo y estaba obligado a ejecutar gastos por la disposición legal que es el decreto y notas que apuntamos al ministerio público fiscal. Esa disposición legal era lo que obligaba al señor Marcelo Suárez a hacer los memos y con esto se lo acusa de administración fraudulenta”.

Suárez “no disponía de presupuesto; simplemente recibía la mercadería y le asignaban la firma de las facturas”, dijo el defensor y agregó que “él dio lo mejor de sí y los testigos lo podrán establecer".

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