A 13 años de la desaparición de María Cash, detuvieron al camionero que la vio por última vez
Sorpresivamente, la justicia decidió en las últimas horas detener al hombre, quien ha sido durante estos años un testigo clave en la investigación. ¿Por qué se convirtió ahora en un sospechoso?
María Cash está desaparecida hace 13 años, y en las últimas horas la causa dio un giro inesperado, ya que detuvieron al camionero que la vio por última vez.
Se trata de Héctor Romero, quien fue detenido y llegó custodiado por efectivos de la Gendarmería a la sede de la Policía Federal de esa provincia. Quedó a disposición de la Justicia Federal.
Romero fue el principal testigo de la causa y ahora se encuentra imputado, no realizó declaraciones a la prensa sobre la investigación y su situación judicial.
De acuerdo a su testimonio inicial, el camionero habría levantado a Cash en la rotonda de Torzalito, en la ciudad de General Güemes, y la habría trasladado hasta la Difunta Correa, en el paraje Palomitas.
La jueza Mariela Giménez, titular del Juzgado Federal número dos de Salta, ordenó la detención del sospechoso, que este miércoles a las 11 será notificado de la imputación por su supuesta participación en la desaparición de la damnificada.
Romero está en la mira de los investigadores por las contradicciones que detectaron en sus declaraciones, horarios que no concuerdan y testimonios que lo complican. Es señalado ahora como el principal sospechoso en la causa.
La desaparición de María, ocurrida el 8 de julio de 2011 en Salta, se convirtió en uno de los casos más enigmáticos de los últimos años, y tomó intervención la Justicia Federal, ya que había indicios de que podría estar encuadrado dentro del delito de trata de personas.
Desde hace tiempo, el Ministerio de Seguridad de la Nación autorizó a que la recompensa para quien aporte datos fehacientes sobre Cash sea de $5 millones, lo que motivó aún más a ladeclaración de testigos falsos.
LA DECLARACIÓN DEL CAMIONERO
Según el testimonio de Romero, él “levantó” a la joven que hacía dedo al costado de la Ruta Nacional N°34, en la rotonda del cruce de Torzalito, General Güemes, a bordo de un camión Mercedes Benz blanco con acoplado y la inscripción “Catita”. La llevó hasta un sector conocido como la Difunta Correa, en el paraje Palomitas, y luego continuó hacia Joaquín V. González.
Sin embargo, los investigadores detectaron múltiples contradicciones en sus declaraciones, inconsistencias en los horarios y testimonios que lo complican.
Inicialmente, Romero no colaboró con la investigación y fue identificado gracias al testimonio de un testigo que vio a María subir al transporte. El chofer, luego, dio diferentes versiones sobre el lugar exacto en el que dejó a la diseñadora en las cinco veces que prestó declaración.
Por otra parte, los peritajes realizados por los investigadores señalaron que “es casi imposible realizar la maniobra descrita por el camionero en ese lugar”. Según determinaron, “no hay tiempo de frenado para un camión con la carga que llevaba”.
Otro aspecto que llamó la atención de los detectives fue la descripción que Romero hizo de María en sus testimoniales, “desde abajo hacia arriba”. Según declaró, no recordó cómo estaba vestida en la parte superior ni su rostro porque, según él, “estaba despeinada y el pelo suelto le tapaba la cara”. Sin embargo, otras personas implicadas y las cámaras de seguridad del peaje indican que María tenía el cabello recogido.
Con información de Infobae y NA, redactada y editada por periodista de ADNSUR.