A Pastorizzo le dispararon por la espalda y Galarza no tenía rastros de pólvora
Para el fiscal, que el dermotest haya dado negativo no significa que la chica no haya gatillado.
GUALEGUAYCHÚ - Un tiro por la espalda. Ese habría sido el que terminó con la vida de Fernando Pastorizzo (20) el joven que llevaba cinco años de una relación al parecer tormentosa y violenta con Nahir Galarza (19). Los datos de la autopsia, a la que tuvo acceso Clarín, permitieron conocer más detalles sobre el crimen ocurrido el viernes pasado. Además se conoció una pericia que indica que la acusada, que confesó haber sido la autora del asesinato, no tenía rastros de pólvora.
“Según la pericia, son dos disparos, uno por atrás y uno por delante”, explicó a Clarín Horacio Dargainz, abogado defensor de Nahir Galarza. Agregó que ambos tiros impactaron en el tórax del muchacho y que “en principio” sería el primer proyectil –el que entra por la espalda- el que terminó con la vida de Fernando.
Los tiros se produjeron apenas días después de que la víctima hubiera tuiteado que estaba “aliviado” porque se había “sacado de encima” a Nahir. “Está enferma mal. Nunca me va a dejar tranquilo”, había publicado.
Otro el elemento que analizan los investigadores es el agravamiento de la acusación por el vínculo que tenían los jóvenes. Precisamente, en las últimas horas trascendió una foto en la que se lo ve a Fernando de vacaciones en Brasil con la familia de Nahir. Hasta ahora, los padres de la chica habían dicho que él no hablaba con ellos.
En cuando al resultado del estudio balístico realizado por la Policía de Entre Ríos, la parafina dio negativa. Según esta prueba, Nahir Galarza no habría emitido ninguno de los dos tiros que terminaron con la vida de su novio. “Las pruebas indican que ella no disparó el arma. Que ella haya asumido la responsabilidad del hecho es otra cosa. La parafina salió negativa en la ropa y en las manos”, confirmó Dargainz. El estudio balístico se lo hicieron a ella y a la madre (por las características físicas de la descripción del remisero que fue testigo, y al que también le practicaron la pericia. Todas dieron negativo.
Sin embargo, el fiscal Sergio Rondoni Caffa relativizó este dato: “Es un procedimiento que se hizo seis horas después, con la persona cambiada, arreglada, y transpiraba mucho. Eso no significa que no haya disparado”. El arma que se secuestró es la que efectuó los disparos y el arma “es de la Policía”, ya que el padre de la chica, Marcelo Galarza, es efectivo de esa fuerza desde hace 24 años.
El arma en cuestión, una Browning 9 milímetros, estaba en la casa de Nahir, arriba de la heladera, según dijo a Clarín la mamá de la joven, Yamina Kroh, quien minimizó el hecho de tener un arma en su hogar: “Somos todos grandes y eso está incluido ahí, en la casa. Vas, pasás, la buscás, te la llevás”, sostuvo.
Marcelo Galarza es uno de los policías más antiguos de la provincia. “El que hoy en día dirige a toda la policía de la provincia estudió con él. Hicieron el curso de cadetes juntos. Los chicos de esa familia vieron crecer al papá policía. El arma es un elemento más de la casa”, explicaron allegados al efectivo.
“El padre es una persona muy celosa de su arma reglamentaria. Pero eso día estaría cansado por el trabajo, dejó el arma y se acostó a dormir. Ese día ocasionalmente quedó ahí, encima de la heladera, sino la guardaba en su armario”, explicó el abogado Dargainz. Un descuido que terminó en una muerte y en el grito que ya contagia a toda la ciudad entrerriana: “Justicia por Fernando”.
Fuente: Clarín