Ahora un recluso quiere salir para estudiar la Biblia
La determinación correrá por cuenta de la jueza de Ejecución Penal, Marcela Pérez Bogado.
PUERTO MADRYN - Ángel Yañes, quien cumple condena por asesinar a Raúl “Pajarito” Barra en marzo de 2014 en Puerto Madryn, quiere salir los fines de semana para ir a reuniones religiosas.
Después de que la jueza Patricia Asaro decidiera hacer lugar al pedido de un detenido para salir de prisión con el fin de realizar ejercicio físico,otro detenido hizo conocer su petición de recibir un beneficio similar pero por cuestiones espirituales. El criminal que ahora busca una salida religiosa, cometió un crimen con sello mafioso que ocurrió en la ciudad del Golfo a principios de 2014 y en el cual hay más personas condenadas.
Por el crimen de Barra fueron condenados Héctor Millapi y Ángel Yañes, quienes reconocieron ser los autores del homicidio y mediante juicio abreviado recibieron una pena de ocho años de prisión de efectivo cumplimiento. El pedido fue elevado ante el juez de Ejecución Penal por estar Yañes condenado por el crimen, pero además los familiares del recluso presentaron una nota en la que manifiestan la decisión de un pastor de recibir al preso al menos tres veces por semana con el fin de realizar estudios bíblicos y participar de su culto.
La abogada pública Luciana Capone presentó un escrito ante Marcela Pérez Bogado, en el que expresa que “familiares del Sr. Yañes nos han acercado nota suscripta por el Sr. Carlos Alberto Paye, pastor a cargo de la Asociación Evangélica ‘Asamblea de Dios’, en la que el mismo manifiesta la posibilidad de recibir al Sr. Yañes”.
RECIBIR AL RECLUSO
En la nota describen los días que el pastor mencionado podría recibir al recluso, indicando que sería dos horas los jueves por la mañana para realizar estudios bíblicos, mientras que los sábados y domingos por la tarde y noche podría participar de las reuniones generales de la congregación entre las 19 y las 23. Según pudo saber Jornada, la Fiscalía ya se habría opuesto a la medida solicitada por el detenido.
Fuente: Jornada