El pasado fin de semana largo comenzó convirtiéndose en una pesadilla para Tati Estefanía Barroso y sus contactos. Ella perdió el control de su cuenta de Instagram y sus allegados comenzaron a recibir a través de esa red social mensajes que apuntaban a estafarlos. Dos de ellos no advirtieron el engaño a tiempo y cayeron en la trampa, transfiriendo unos 500 mil pesos para una falsa compra de dólares.

"El viernes me hackearon el correo electrónico y luego la cuenta de Instagram", sintetiza Tati Estefanía a ADNSUR. Cuando lo notó, pudo recuperar la cuenta de correo, pero los delincuentes ya habían cambiado las claves, accesos y forma de recuperación de la cuenta de Instagram.

"Están usando mi Instagram, con mi imagen están estafando gente", apunta, y explica que a sus contactos les enviaron un mensaje ofreciendo dólares para la venta, y también una comisión de 100 dólares si les pasan un contacto que desee comprar esa divisa extranjera.

El mecanismo de estafa es similar al detectado anteriormente en Chubut: la víctima recibe un mensaje de alguien conocido que le ofrece comprar dólares a un monto menor que el del mercado -una oportunidad tentadora- y si la víctima accede le pasan una cuenta para realizar la transferencia, que por supuesto está a nombre de otra persona.

"Les dan un CBU que no es el mío, obviamente, un nombre cualquiera, la gente les deposita y después esa persona se borra", detalla Tati, lamentando que dos de sus contactos hayan sido presas del engaño.

"Yo me entero de que estaban haciendo esto porque algunos de mis contactos me mandaron capturas de pantalla por WhatsApp", dice.

"Ya estafó a dos de mis contactos, 175 mil a uno y al otro 350 mil. Se hicieron 500 mil en una semana", señaló.

Apenas notó que habían robado su cuenta, realizó la denuncia penal en la Comisaría de Km.8. "El hackeo fue el viernes a la mañana, hice la denuncia y al principio no me la quisieron tomar, los policías se reían, como es un delito cibernético, es algo nuevo".

"Esto hay que frenarlo de alguna manera porque piensan que soy yo y confían en mi, porque es gente allegada la que tengo como contactos", enfatiza.

A pesar de que denunció la cuenta de Instagram como falsa, y que pidió a sus contactos que hicieran lo mismo, la red social le respondió que no encontraba en principio motivos para darla de baja.

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