Condenaron a recibir 100 latigazos a una mexicana violada en Qatar
Paola vive un infierno luego de que -tras ser violada por un colega - la Justicia de ese país la culpara a ella por el abuso sexual. La condenaron por tener relaciones sexuales extramatrimoniales.
Paola Schietekat es una joven mexicana que viajó el año pasado a Qatar, para colaborar en la organización de Mundial de Futbol que se celebrará este año, sin embargo está viviendo un infierno, luego de ser violada por un colega y que la Justicia del país la culpara a ella del abuso sexual, por lo que fue condenada a la pena máxima acusada de “infiel”, hecho que es severamente castigado para las mujeres que lo cometen.
La joven logró volver a México, no obstante su causa sigue abierta y la pena a la que fue condenada por la justicia de Qatar exige que pague la pena con 100 latigazos y 7 años de prisión. .
Del trabajo soñado al infierno
Paola viajo en 2021 para ir a trabajar a Catar, en la Supreme Committee for Delivery and Legacy, la organización encargada del mundial de futbol, y una vez allí fue abusada sexualmente por un colega que además era conocido de ella.
La propia Schietekat explicó lo sucedido mediante una carta pública a través de sus redes, en las que reveló todos los detalles del infierno que vive desde hace 8 meses.
“El 6 de junio de 2021 me encontraba trabajando en Catar como economista conductual en el Supreme Committee for Delivery and Legacy, entidad responsable de organizar el mundial de 2022. Esa noche, un conocido, que consideré amigo, de la comunidad latina en Doha se metió a mi departamento en la noche, mientras yo dormía”, comenzó narrando la mexicana.
“Después de un forcejeo breve, pues su fuerza sobrepasaba la mía, terminé en el piso. Horas después, me salieron moretones en todo el brazo izquierdo, el hombro y la espalda. Mantuve la cabeza fría: le avisé a mi mamá, a un colega del trabajo y documenté todo con fotos en un intento de autoprotección”. Luego del abuso sexual, Paola denunció lo ocurrido.
“Al día siguiente obtuve el certificado médico y acudí a la policía en compañía del cónsul de México en Catar. Ahí, todo fue en árabe, y con mi árabe limitado logré explicar la situación”, explicó con más detalles la mujer.
“Al preguntarme si quería una orden de alejamiento, no hacer nada, o ir a las últimas instancias, me congelé, por el shock, por el miedo y la falta de sueño, y volteé a ver al cónsul, quien me recomendó ir a las últimas instancias”.
A partir de allí fue cuando comenzaron realmente los problemas para Schietekat. “Fueron tres horas de interrogatorio en árabe, y en cierto punto me exigieron una prueba de virginidad. Por alguna razón yo había pasado a ser la acusada”. Pero el cambio de versión del acusado había dado la vuelta a una situación que estaba a punto de explotar.
“En Catar, tener una relación extramarital se paga con hasta siete años de cárcel, y en algunos casos la sentencia incluye cien latigazos. De un momento a otro, mi denuncia ya no importaba. La policía refirió el caso a la fiscalía pública, único lugar donde tuve un traductor”, se lamenta Paola.
Culpable y condenada
De pronto, Paola fue notificada de que había sido declarada culpable por “mantener relaciones extramatrimoniales” y tenía que pagar por lo sucedido.
“Mi agresor fue absuelto del cargo de agresión porque, a pesar del informe médico, ‘no había cámaras que apuntaran directamente la puerta del departamento, así que no había forma de constatar que la agresión sucedió’”.
Sin embargo el caso se tornó aún más polémico luego de que los abogados y la fiscalía le ofrecieron a Paola casarse con su agresor, ya que de unirse en matrimonio con su violador la Justicia la absolvía de culpa y cargo.
Sin dudarlo, la mexicana dijo que no haría eso y abandonó el país a toda prisa. “Eso sí, los cargos por tener una relación fuera del matrimonio seguían vigentes, impidiéndome volver a Catar y forzándome a pagar aún más por representación legal”, concluyó Paola.
Fuente: Los Andes