Pablo Parra, declarado culpable del femicidio de Agustina Fernández por un jurado popular, fue sentenciado a prisión perpetua, la única pena posible para este delito. La condena fue formalizada durante la audiencia en los tribunales cipoleños, presidida por el juez Guillermo Baquero Lazcano.

En el juicio de cesura, que se realizó a partir de las 8:30, las partes discutieron sobre la aplicación de la prisión preventiva. Parra, quien permaneció en silencio durante la audiencia, escuchó la sentencia mientras los acusadores detallaban nuevamente los brutales hechos que llevaron a la muerte de Agustina Fernández.

El juez Baquero Lazcano fue claro en su decisión: “La condena no puede ser otra que la prisión perpetua. El jurado popular lo declaró culpable de femicidio y la única pena es la perpetua. Esa es la condena”.

El fiscal jefe Santiago Márquez Gauna y los abogados querellantes, en representación de los padres de Agustina, Silvana Capello y Mariano Fernández Barreiro, solicitaron que Parra continuara bajo prisión preventiva hasta que la condena quede firme, alegando riesgo de fuga. El defensor de Parra, Juan Manuel Coto, no se opuso a esta medida, considerándola lógica dado el veredicto adverso.

Agustina Fernández
Agustina Fernández

El juez Baquero Lazcano justificó la extensión de la prisión preventiva: "Se ve fundada la prisión preventiva porque una persona ya condenada, que enfrenta una pena alta, representa un riesgo de fuga. Por ese motivo, voy a prorrogar la prisión preventiva hasta que se expida el Tribunal de Impugnación".

El abogado defensor Juan Manuel Coto anunció que impugnará el fallo, argumentando que mantiene sus cuestionamientos a la condena. Coto destacó que, a su juicio, hubo irregularidades en el proceso judicial, como pruebas contaminadas y testimonios indebidos. Además, afirmó que los jurados estaban presionados para declarar culpable a Parra.

A pesar de estas objeciones, Coto no cuestionó la pena de prisión perpetua en sí, reconociendo que es la única sanción posible y no inconstitucional, aunque sigue sin coincidir con el veredicto del jurado.

El fiscal Márquez Gauna subrayó que la pena es justa y adecuada, no solo porque es la única posible, sino también debido al impacto del caso en la comunidad. Consideró que Parra debía cumplir prisión perpetua para satisfacer el reclamo de justicia.

Los querellantes respaldaron los argumentos de la Fiscalía, enfatizando que la pena es proporcional al delito cometido. "Es lo que podemos entender como pena justa, darle a Parra la pena máxima", afirmó el abogado Emanuel Roa Moreno.

CRONOLOGÍA DEL FEMICIDIO

El 2 de julio 2022, Agustina Fernández fue brutalmente atacada en el interior de un departamento del complejo en el que vivía. El dueño era Pablo Parra, su vecino, al cual había conocido algunos meses atrás cuando llegó a Cipolletti para estudiar. En principio se dijo que había sido durante un robo, luego las miradas se dirigieron hacia Parra.

Pablo Parra tenía 36 años y trabajaba en una empresa petrolera cuando comenzó a vincular con Agustina Fernández, una joven de 19 años que se había mudado al mismo complejo de departamentos que él en Cipolletti persiguiendo el sueño de convertirse en médica. Esa noche de julio, Parra había invitado a cenar a Agustina a su casa.

Según relató el acusado en una de las primeras audiencias por el femicidio de Agustina, el tuvo que salir a hacer unas compras y ella quedó sola en el departamento. Fue en ese momento en que se produjo la brutal agresión. Supuestamente cuando regresó de comprar la encontró tendida en el suelo, inconsciente y ensangrentada.

Pablo Parra, el culpable de asesinar a Agustina Fernández en Cipolletti
Pablo Parra, el culpable de asesinar a Agustina Fernández en Cipolletti

“Cuando ingreso a mi domicilio, noto la luz apagada del departamento y me encuentro con Agustina que estaba tirada en el piso. Estaba como temblando, convulsionando. Prendí la luz de la habitación, que estaba toda revuelta, y también noto que había un tendedero tirado en un patio interno”, contó públicamente el acusado. Además, agregó que había robado de la vivienda efectivo, celulares y un bolso deportivo.

En principio, la Fiscalía indagó sobre esta teoría pero pronto investigación dio un giro esperado y se centró en Parra, última persona que había visto con vida a Agustina.

Según esta nueva teoría de la fiscalía, el acusado dejó el departamento donde vivía con la intención de atacar a la joven. Tenía todo planeado para cometer el femicidio, incluso se aseguró que la joven estuviera en su departamento, un espacio de su conocimiento y dominio.

Para asegurarse la invitó a cenar el mismo día que ocurrió el crimen; la esperó afuera del complejo y le dijo que vaya a su departamento. La dejó sola, y minutos después regresó ingresando por la puerta trasera y atacó a Agustina. No satisfecho, con la joven ya en pisó continuó golpeándola.

Una vez cometido el crimen, Parra abandonó el lugar, desordenó un poco un sector de la habitación para simular un robo, y se llevó su celular y el de Agustina. También, se llevó las llaves de la joven. 

Para sostener su coartada se dirigió a comprar a una heladería y una despensa, realizó los pagos con su tarjeta y regresó a su departamento.  Al encontrar a la joven tendida en el suelo, fingió sorpresa y se dirigió al departamento de su vecino para que llamaran a la policía indicando que le habían robado y que habían herido a Agustina. 

El 22 de diciembre del 2022, la Justicia ordenó la detención de Pablo Parra quien se encontraba en su departamento. Dos días más tarde fue trasladado al penal 5 de Cipolletti, donde continua privado de su libertad.

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