Confirmaron la prisión perpetua para el hombre que mató a su hija de 6 años porque era discapacitada
En abril de 2019 Manuel Ávila golpeó a su hija Martina más de 20 veces y le cortó el cuello con un cuchillo. Luego confesó el crimen y dijo que lo hizo por "la discapacidad que presentaba la niña y el sufrimiento que la condición de su hija le provocaba". La nena tenía 6 años, un retraso mental y un trastorno en el desarrollo motriz.
Este martes la Cámara Penal rechazó todos los planteos de la defensa pública y confirmó la pena de prisión perpetua para Manuel Antonio Ávila (41) por el crimen de su hija Martina, de 6, cometido en 2019.
Los camaristas Rafael Lucchelli, Leonardo Pitcovsky y Flavia Trincheri rechazaron los planteos efectuados por el defensor público Diego Trad y confirmaron la prisión perpetua contra Ávila, informó el Ministerio Público Fiscal.
COMO FUE EL HOMICIDIO DE MARTINA
Martina fue asesinada el 13 de abril de 2019. Los policías que vieron la escena la describieron como “atroz”. El cuerpo de la niña estaba tendido sobre un charco de sangre. El fiscal Daniel Báez detalló que “la menor tenía entre 23 y 24 lesiones por golpes, fractura de cráneo y un corte profundo en el cuello que le corta la laringe y llegaba casi hasta la columna”.
Ávila había sido detenido esa misma noche luego de confesar el crimen a un vecino que era policía. "Lléveme preso, maté a mi hija", gritaba mientras le pateaba la puerta. El agente Rodrigo Lamas se asomó y vio a Ávila exaltado, con un cuchillo en la mano y el torso desnudo y ensangrentado. Inmediatamente se acercó hasta el domicilio y comprobó que había asesinado a su hija Martina, que tenía retraso mental y un trastorno en el desarrollo motriz.
“Cuando me vio, (Ávila) salió corriendo. Di aviso a la policía y a los tres minutos llegó el móvil. Ellos entraron a su casa y salían rápido agarrándose la cabeza. “Se la mandó”, gritaban. Después, entré yo a la casa y vi a la nena tirada en el piso. Le tomé el pulso y no tenía, así que salí afuera para no contaminar la escena. No quise mirar más porque yo también tengo una hija”, recordó Lamas.
"PARA EVITAR SU SUFRIMIENTO"
“Fui yo", reconoció Manuel Ávila durante el juicio, y aclaró que tomó la decisión de matarla "a causa del momento que nos enteramos que tenía un retraso. Yo quise quitarme la vida, que nos vayamos los dos. Primero ella y después yo. Me quise quitar la vida, pero no tuve la suerte”.
El fiscal Alex Williams había pedido la prisión perpetua mientras que el defensor público Diego Trad alegó que hubo “circunstancias extraordinarias” y que “la mató para evitar el sufrimiento de la niña”, por lo que la pena debería ser entre 8 y 25 años.
La investigación y los testigos coincidían con su confesión de culpabilidad. "Él reconoce que el 'por qué' (la mató) es la discapacidad que presentaba la niña y el sufrimiento que la condición de su hija le provocaba explicó el fiscal Williams.