RÍO GALLEGOS - Fueron detenidos el pasado 18 de abril, luego de que la causa diera un giro en su investigación. Los implicados son Oscar Biott y Angel Azzolini. En tanto, a un tercero se le dictó la falta de mérito.

La juez Rosana Suárez resolvió procesar y dictar la prisión preventiva para los sospechosos por la desaparición y crimen de la joven trans Marcela Chocobar.

La titular del Juzgado de Instrucción Nº 3 de Río Gallegos decidió la medida tras reunir las pruebas -entre ellas pruebas de ADN- contra los implicados en la causa, luego de que ambos fueran detenidos en abril, cuando la investigación dio un giro inesperado.

Los implicados son Oscar Biott y Angel Azzolini, ex empleados de la empresa constructora Kank y Costilla. Además se dictó la falta de mérito para Adrian Fioramonti, quien había recuperado su libertad días atrás, luego de que la juez le fijara una fianza.

Tanto Biott como Azzolini fueron notificados de situación procesal en la mañana de ayer, siendo realojados en las comisarías Segunda y Séptima respectivamente.

El pasado 18 de abril, se concretaron allanamientos en domicilios ubicados en avenida Gobernador Gregores 650, Florencio Catrihuala primera cuadra y Gendarme Treppo al 200. El primero es propiedad de la empresa constructora Kank y Costilla, donde hay oficinas administrativas y obradores. En ese lugar también hay viviendas, siendo precisamente donde fueron detenidos Biott y Fioramonti.

También fue inspeccionado un local donde funcionaba una unidad básica denominada “Momento de cambio” (Frente Para la Victoria), ubicada en calle Catrihuala.

No había nadie en el lugar, pero los efectivos hallaron envoltorios con marihuana y elementos de interés para la causa. Luego fue detenido Azzolini en la vía pública.

En marzo pasado se había secuestrado un automóvil Renault 9 color rojo, similar al que las cámaras de viviendas cercanas al pub “Russia” habían captado en la madrugada del pasado 6 de septiembre, cuando Chocobar era abordada por los ocupantes del vehículo.

El automóvil pertenecía a Azzolini, este lo había vendido y se le había secuestrado a la persona que lo había adquirido, pista que llevó al actual imputado.

En la indagatoria, tanto Biott como Azzolini reconocieron conocer a Chocobar y que la invitaron a subir al automóvil. Luego la trasladaron al predio de la empresa Kank y Costilla. El dueño del automóvil se quedó en la vivienda de Biott, mientras que este salió en su vehículo a “dar una vuelta” con la muchacha salteña. Luego regresó con lesiones en el rostro y al ser consultado sobre qué le había sucedido, señaló que había mantenido un altercado y pelea con la joven.

Habría asegurado que “la noqueó” cuando se encontraban por inmediaciones del barrio San Benito. Fue en esa zona, en un predio baldío, que el 14 de septiembre se hallaron un cráneo y prendas de vestir parecidas a las que usaba Chocobar la madrugada en que fue vista por última vez. Luego un examen de ADN confirmó que el cráneo era de la muchacha. Pero su cuerpo aún no fue encontrado.

Fuente: La Opinión Austral

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