Crimen del locutorio: Rosalia Alvarado no murió por estrangulamiento

COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Todo hizo pensar que la mujer había sido asfixiada por los delincuentes que ingresaron al locutorio de Kennedy casi Estados Unidos el viernes por la mañana. Sin embargo, tras la autopsia al cuerpo de Rosalía Alvarado surgieron dudas y una de las hipótesis es que se trató de un robo que habría salido mal.

Por el momento los peritos médicos no pudieron determinar si la mujer sufrió un ataque al corazón. Sin embargo, sí establecieron que el cuerpo no tenía signos de violencia. Al parecer Rosalía no se defendió y no murió por entrangulamiento como se creía en una primera instancia.

¿Qué pasó entonces en el local comercial donde la mujer fue encontrada muerta cerca de las 15 horas? Esa es la pregunta que por estas horas tratan de dilucidar los investigadores que continúan buscando indicios que permitan dar con los presuntos ladrones.

Mientras tanto, en materia médica, los forenses deberán realizar un estudio anatomopatológico para saber las condiciones y alteraciones que pudieron sufrir tejidos que le fueron extraídos al cuerpo.

La fiscal general, Cecilia Banfi, aseguró al respecto: “no nos quedan dudas de que murió en el evento. El cuerpo no tenía la posición que tienen las manos cuando una persona intenta respirar, las manos no estaban atadas, estaban a un lado del cuerpo. No había señales de lucha, ni heridas de defensa o lesiones en el rostro.  No murió por estrangulamiento. Parecía dormida”, señaló Diario Crónica.

“La causa sigue siendo a determinar, se espera ahora el estudio de la enzima cardiaca”, confirmó, dando un detalle más: "la bolsa plástica estaba enroscada en el cuello pero no tenía marcas de compresión. Ella pudo desmayarse y a bolsa le impidió respirar, lo que le ocasionó la muerte".

Rosalia Alvarado fue encontrada el viernes cerca de las 15.00 horas en el locutorio que tenía en Kennedy y Estados Unidos. La mujer no abrió al local durante la jornada, y cuando llegó la empleada a reemplazarla se encontró con el comercio cerrado. Al llamarla escuchó el teléfono en el interior del locutorio y al ingresar con las empleadas de otro local encontró a la mujer en el suelo con una bolsa en la cabeza.