Declararon culpable a Philips por femicidio doblemente agravado
El fallo fue unánime. En los alegatos, la Fiscalía pidió cadena perpetua. La Defensa dijo que el imputado tuvo un brote psicótico y que no se probó la violencia de género. El lunes a las 9 se discute la pena. Los argumentos del Tribunal.
TRELEW (ADNSUR) - Carlos Archie Phillips fue declarado culpable de femicidio doblemente agravado por el contexto de violencia de género. Fue el veredicto unánime del tribunal que ventiló en juicio oral y público el brutal asesinato de Evelyn Lehr, el 14 de junio de 2018. Fue ultimada de 30 puñaladas en corazón, hígado y pulmones, en el baño de su casa. La decisión fue de lo jueces César Zaratiegui, Sergio Piñeda y Mirta Moreno.
Tras una maratónica audiencia de alegatos en los Tribunales de Trelew y de la palabra de los padres de la víctima, se dio a conocer el veredicto. La sala del 6º piso se colmó de familiares, amigos y allegados de Evelyn.
El clima fue tenso. La impotencia por la “inusitada” violencia del asesino que varios testigos y peritos describieron para terminar con la vida de la chica, se reflejó en llantos, sollozos y en un hondo y respetuoso silencio.
Según el juez Zaratiegui, “fue un contexto basado en una situación desigual de poder que determinó al imputado a cegar la vida de la víctima al no someterse a su voluntad”.
Veredicto en mano, indicó que se rechazó la calificación de “homicidio agravado por quien ha mantenido una relación de pareja con la víctima mediando circunstancias extraordinarias de atenuación, propuesta por la defensa”. Los abogados de Philips intentaron evitar la calificación máxima.
Al imputado se lo declaró “autor de femicidio doblemente agravado por haber dado muerte a una mujer con la que ha mantenido una relación de pareja mediando violencia de género”.
Zaratiegui destacó el testimonio del licenciado en Criminalística Martín Costa, quien detalló una por una las 30 lesiones que presentaba Evelyn y las manchas hemáticas. “El agresor ingresó con un arma blanca y atacó a la víctima, que estaba sentada en el inodoro haciendo intentos infructuosos para defenderse. Se cayó y el autor la última con más estocadas” refirió.
El juez subrayó el hallazgo de documentación y prendas de vestir de Phillips. Y apuntó que Alejandra Pérez, madre de la víctima, entregó al otro día del hecho en la Comisaría 2ª, una mochila que el imputado había dejado en su casa. Contenía una vaina de cuchillo que coincidía con el cuchillo hallado en la escena del crimen. El juez calificó como “contundentes” las pruebas.
CAPTURA
Advirtió sobre la captura de Phillips el 15 de junio en la estación de Servicio “Mica”. Su examen corporal constató lesiones de arma blanca que se condicen con las manchas que dejó sobre la cama en la vivienda de su exnovia, en donde –dijo- había ido a cambiarse. El juez dio cuenta sobre los testimonios de las personas que aseguraron haber dado con el paradero de Phillips cuando era intensamente buscado por la Policía.
Zaratiegui reiteró que se demostró la culpabilidad más allá del intento de la defensora para que se le atenúe la responsabilidad criminal: habló de amnesia por ingesta de alcohol y drogas. El magistrado aseguró que esa teoría no se probó. Es más, dijo que “impresionó” que el acusado quisiera escudarse en los problemas de su supuesta adicción. Resaltó que los testigos admitieron el consumo de Phillips pero “no refirieron ningún episodio de amnesias temporales”.
El juez precisó que las pericias psiquiátricas aseguraron que Phillips sabía lo que hacía: “Tenía el juicio y el razonamiento conservados”. Zaratiegui sumó el examen del médico policial Rubén Lindner al momento de la detención. “Dijo que se mostró colaborativo, ubicado en tiempo y espacio. Dijo haberlo encontrado con conciencia y allí derivado al hospital”. Agregó el testimonio del trabajador de la estación de servicio que lo encontró en un colectivo abandonado, quien aseguró que el imputado le respondió en forma coherente. Y se refirió que el hombre que atestiguó haberlo encontrado en el baño de “Mica”. Phillips le dijo que “se había mandado una macana. Recordaba perfectamente lo que pasó. Recordó el crimen y posteriores lesiones”.
Las pericias químicas descartaron la presencia de tóxicos en el cuerpo del imputado. “Todas las acciones emprendidas para fugarse no impresionan como las de alguien con las facultades mentales afectadas”.
El presidente del Tribunal, leyendo su veredicto, afirmó que se probó la relación de pareja que duró más de dos años y medio. “Era estable y pública hasta que la víctima decidió terminarla. Lo expresaron sus padres y los testigos”.
La defensa intentó “atenuar” la responsabilidad de Philips pretendiendo que no se incluya la figura de violencia de género. Sin embargo, “hubo episodios previos” y violentos expuestos en el juicio por la mamá de Evelyn y por el amigo de la víctima, Alexis Rocha, entre otros.
LA PENA
La cesura de pena será el lunes 23 de septiembre a las 9 en la misma sala. Actuaron el fiscal Arnaldo Maza acompañado por Guadalupe Serafini, mientras que la defensa pública fue ejercida por Romina Rowlands, María Laura Martensen y la supervisión técnica de Sergio Rey.#
“EL AMOR NO MATA NI LASTIMA”
"Es lo que se merece”, dijo en medio del llanto la mamá de Evelyn, Alejandra Pérez, tras el veredicto. “Confiaba en el tribunal. Tenía mucha fe. Dios iba a hacer justicia. Las chicas de distintas organizaciones me dieron una fuerza enorme para sostenerlo. Todo indica que recibirá la pena que se merece. Por algo Dios me da la fortaleza. El amor no mata, no lastima”.
Se refirió al testimonio de Philips. “Decir que se le apagó la tele en los momentos en que ejerció violencia fue una falta de respeto. Tenía cosificada a mi hija. Esas cosas no pueden pasar. Las mujeres tenemos derecho de elegir con quién estar y con quién no”.
“RECONOCIO QUE LA MATO”
El fiscal Arnaldo Maza fue conciso en su alegato. Dijo que se probó que Archie Phillips mató a Evelyn Lehr de 30 puñaladas. “Reconoció en este juicio haberla matado. Dijo: lamento la mierda que fui. Y pidió perdón”.
Recordó que la mamá vio el cuerpo de su hija en medio de un charco de sangre en el baño de su casa, a la que llegó preocupada porque no le contestaba los mensajes. Y resaltó el informe del forense que hizo la autopsia. “Dijo nunca haber visto un ataque así, con una violencia inusitada. Se determinó que Evelyn murió el 14 junio a las 4”.
El ataque fue en el baño y en dos tramos. “El victimario ingresa con un cuchillo, la sorprende en el inodoro. Antes de que se levantara le clava 16 puñaladas mortales y hay lesiones defensivas en la mano y su brazo. Mortalmente herida, cae y golpea la cara en el zócalo. El imputado sigue apuñalándola. Le propina 14 heridas más mientras ella intentaba pararse”. Para Maza, la prueba fue “abrumadora”. E indicó: “El Código Penal es claro. Es prisión perpetua para quien matara a otra persona con quien tuvo relación de pareja”. Solicitó aplicar el agravante de violencia de género, describiendo los dichos de testigos de episodios conflictivos.
Maza desestimó la declaración del imputado. Advirtió que los exámenes médicos y psiquiátricos “desbaratan la burda coartada” de querer hacer creer que actuó bajo efectos de la droga e inconsciente. “Estaba consciente de la atrocidad que cometió. La decisión de terminar con la vida de Evelyn fue por el odio, dada la decisión de ella de terminar con la relación. Le resultó inaceptable porque era mujer. Phillips cree que la mujer es un objeto de su propiedad. Desde esa perspectiva la mató. Habrá pensado: si no sos mía no sos de nadie”. #
“TUVO UN BROTE PSICOTICO”
La defensora de Archie Phillips, Romina Rowlands, entendió que la violencia de género no se probó ya que el condenado no tiene antecedentes de ese tipo. Y citó declaraciones de testigos mujeres que aseguraron no haber tenido nunca problemas con él. Por eso, según su visión, no fue femicidio sino un homicidio agravado por la relación de pareja pero en circunstancias atenuadas. Es que Phillips el momento del asesinato sufrió un brote psicótico por el consumo de alcohol, cocaína y marihuana. “Son situaciones fuera de lo común”. Dijo que padece “celotipia” y pidió una pena de entre 8 y 25 años.
Según el alegato de Rowlands, “de las pruebas nos encontramos ante un homicidio agravado por la relación de pareja. Pretendió Fiscalía encuadrarlo en violencia de género porque es un autor hombre y una víctima mujer”.
Explicó que el femicidio es la “preminencia del hombre sobre la mujer. Se basa en la inequidad de género. En la imposición de voluntad de dominación y sometimiento de la víctima a relaciones desiguales”. Alegó que en este caso no se dan esas condiciones. “No surgió que hubiese entre Lehr y Phillips relación de poder. No convivían, ni tenían hijos en común, ni dependencias económicas. Eso a veces genera ataduras y un vínculo insano”.
Para su defensora, no se probó que Philips sea misógino. “Viene de una familia de madre, padre, hermanas mujeres. Su exmujer Mariana Acuña dijo que nunca fue violento. Jamás lo demostró pese a lo sucedido con la mamá de Evelyn. Julián Lehr, padre de la víctima, dijo que la relación era normal y que nunca le comentó nada su hija. Un testigo dio nombres de amigas mujeres. Queda claro que no odia a las mujeres. Eso no se condice con los relatos. Los misóginos odian a todas las mujeres, no sólo a su pareja”.
Recordó que Archie la acompañó a las marchas de Ni Una Menos. “No hay denuncias de la víctima ni evidencias físicas. Fiscalía quiso poner a los celos como violencia de género. Pero los celos trascienden a cualquier género. Son un fenómeno universal”.
Rowlands advirtió que su cliente padece de “celos obsesivos”, condición que “puede empeorar si se combina con el alcohol”. Y criticó las pericias psiquiátricas. “Tomar con liviandad la celotipia como lo hizo la psiquiatra no corresponde. El vínculo de celos y alcohol es obvio. Tiene trastornos psicóticos con predominio a ideas delirantes”.
Muchos testigos dieron cuenta de que Phillips es adicto. “Mariana dijo que la razón de su separación fue por el consumo”. Y apuntó que el rastrillaje con perros dio cuenta de una persona desorientada, en zigzag. Lo encontraron sentado y les llamó la atención que no manifestara dolor por sus heridas. “No estaba en plena capacidad psíquica que le permitiera atenuar su conducta. Ante esas lesiones hubiese manifestado dolor o malestar”.
Rowlands dijo que el asesinato no fue premeditado. “La vaina en la mochila la hizo Evelyn. Ese cuchillo siempre lo llevaban. Comían asados donde iban, etcétera. Era necesario llevar el cuchillo consigo”, apuntó.
Fuente: Diario Jornada