Denuncian apremios y detención ilegal en una Comisaría de Trelew
Un hombre indicó que quedó preso porque se enojó cuando no le quisieron tomar la denuncia a su mujer quien acudió a la Seccional Primera de Trelew para denunciar que fue golpeada en una bailanta. Luego de estar detenido, el hombre reclamó que dentro del calabozo fue golpeado por los efectivos policiales.
TRELEW (ADNSUR) - Edith Lagos, la esposa de Archi Paterlini, el joven que denunció apremios y abuso de la policía ayer en la fiscalía de Trelew, indicó que a ella, entre tres policías, la sacaron a la rastra y de los pelos de la mencionada dependencia mientras a su marido se lo llevaban a la fuerza para adentro de la Comisaría, después que le advirtieran que si no se tranquilizaba lo “molerían a golpes”, aseguró a Diario Crónica.
Ambos quisieron hace pública la queja de lo que vivieron el domingo a la mañana después que a Edith la golpeara –según ella—“una patovica” al expulsarla sin razón de un local nocturno situado en el radio céntrico de la ciudad.
“En el boliche nos quejamos para que nos den los nombres de quienes le pegaron a ella, los policías como riéndose de nosotros nos mandaron a que hiciéramos la denuncia en la (Seccional) Primera”, empezó contándole a Crónica Paterlini. “Ahí nos manifestaron que no nos podían recibir la denuncia porque no había nadie a cargo y también se burlaban de nosotros; yo me empecé a enojar, me amenazaron que si no me quedaba tranquilo me meterían preso y molerían a golpes”, añadió.
“Yo no les falté el respeto, sino que les reproché las cosas que debían hacer y me quejé de que nos atendieran bien, nada más”, aseguró, “pero me agarraron entre seis (policías) de los pelos, de los brazos y me llevaron para adentro (para el calabozo). Ahí me requisaron y cada vez que me revisaban me pegaban en las rodillas; me las dejaron todas marcadas”, indicó y acotó que estuvo “como hasta las doce del mediodía” (del domingo) demorado.
“Mientras estaba detenido y me quejaba exigiendo que me sacaran me tiraron lavandina dentro del calabozo y me amenazaban que volverían y me pegarían de nuevo. Eso fue lo único que me dijeron, no me dieron ninguna otra explicación…”, afirmó. --¿Y su señora a todo esto se encontraba afuera de la Comisaría lastimada, a la espera de que le tomen la denuncia? Se le consultó. “Sí. Cuando a mi marido lo metieron preso yo quería que me tomaran la denuncia y me vieran el ojo porque lo tenía muy hinchado y ellos me dijeron que me quedara tranquila, que me calmara porque si no también me meterían presa”, respondió la mujer del apremiado.
“Me sacaron de los pelos y a la rastra de la Comisaría y me tiraron a la vereda”, denunció. “Me tuve que ir al hospital para que me vieran el ojo y ahí me colocaron un inyectable pero no quisieron darme un certificado para presentarlo a la policía”, acotó. “A mí me sacaron de los pelos de un ámbito público, una mujer policía y otros dos policías”, insistió.
Posteriormente, contó que la sacaron del boliche a los empujones “no sé si se confundieron o qué, y al sacarme una patovica me metió un puñetazo en el ojo; yo al darme cuenta de la lesión me enfurecí, la agarré, le pedí el nombre y apellido a la persona que me agredió y se me reían todos en la cara”, expresó indignada. “Y los policías que estaban ahí no hicieron nada”, reprochó.