Denuncian que Aerolíneas Argentinas cancela y reprograma vuelos vendidos tras las restricciones sanitarias
Presentarán un pedido de informes para que el Poder Ejecutivo indique los motivos por los que no funciona el servicio telefónico de atención al cliente, las oficinas comerciales de la empresa y la atención en los mostradores de las terminales aeroportuarias.
CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - Aerolíneas Argentinas retomó el pasado 22 de octubre su operación regular tras las restricciones impuestas por pandemia del coronavirus. La actividad había estado suspendida desde el 20 de marzo. Desde entonces, varios pasajeros denunciaron la cancelación y la reprogramación de los vuelos y también que la empresa no brinda información.
La abogada Silvina Martínez canalizó muchos de esos reclamos y adelantó que presentará un pedido de informes para que el Poder Ejecutivo indique los motivos por los que no funciona el servicio telefónico de atención al cliente, las oficinas comerciales de la empresa y la atención en los mostradores de las terminales aeroportuarias.
Según precisó Infobae, el texto solicita también conocer “los motivos por los cuales, siendo la única vía comunicacional ofrecida por la empresa Aerolíneas Argentinas la línea de WHATSAPP, no se da respuesta a los clientes”, y que se explique “la razón de la venta de pasajes on line para rutas no disponibles, así como también constantes y repentinas reprogramaciones y cancelaciones de vuelos”.
Otro punto hace referencia a “si el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación tomó conocimiento de los públicos y masivos inconvenientes que sufren los pasajeros de la empresa Aerolíneas Argentinas, sin que tengan respuesta alguna”. Lo mismo con la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor.
Martínez explicó, ante la consulta de radio Rivadavia, que hoy se venden tickets de manera online para rutas como vuelo directo que no están autorizadas y que se comercializan pasajes en la página web y a los pocos días se dan de baja todas esas frecuencias.
La empresa, en tanto, informó que “pese al inicio de las operaciones regulares desde el 22 de octubre, la programación de vuelos aún se encuentra sujeta a diferentes modificaciones. En el caso de cabotaje, la programación es aprobada todos los meses por la autoridad aeronáutica, previa conformidad de cada provincia, con las modificaciones que impone la situación sanitaria de cada destino”.
“Asimismo, queremos aclarar que aquellos intertramos (frecuencias que no pasan por Buenos Aires) programados para el mes de diciembre y que tuvieron que ser cancelados fue debido a que estos no fueron autorizados por la provincia de destino o bien, no contaban con la ocupación mínima requerida para realizarse el vuelo”, agregó.
Y completó: “No obstante, a todos esos pasajeros se les ofreció una alternativa para realizar la conexión vía Ezeiza o bien, la reprogramación de su vuelo. Todas las reprogramaciones de los vuelos afectados a causa del covid-19 se realizan sin costo alguno al pasajero, siempre que se mantenga la misma temporada del vuelo original”.
Esta situación se suma a las complicaciones de los usuarios por el cierre del aeropuerto de El Palomar y las obras en Aeroparque, lo que genera una concentración de la actividad en Ezeiza, que hoy se vio afectada por un paro de trabajadores aeroportuarios que se manifestaron sobre la autopista Ricchieri.
Trabajadores que fueron despedidos de la compañía aérea LATAM realizaron un piquete a 300 metros del ingreso al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La protesta, que se extendió entre las 8 y las 13 de este lunes, impidió que los pasajeros entraran y salieran de la terminal aérea en automóviles y transportes públicos. Por ese motivo, los que tenían pasajes para despegar se bajaron de los vehículos y caminaron por la autopista con sus equipajes.
También hubo severas complicaciones para los automovilistas que utilizaban la autopista pero cuyos recorridos tenían otros destinos finales distintos al aeropuerto. Un grupo rompió parte del guardarrail para girar en “U” y cruzar de mano para buscar caminos alternativos.
Las escenas de nerviosismo se trasladaron al hall principal de la terminal aérea. Hubo muchas personas que llegaban corriendo para no perder su avión. Otros, cuyos vuelos ya estaban cerrados o incluso ya habían despegado, iniciaban los trámites para poder conseguir un nuevo ticket. La combinación generó un cóctel de discusiones, insultos y peleas en los mostradores de las oficinas. Hasta las 13, cuando finalizó, se demoraron cuatro salidas.