Denunció irregularidades en la cañería de gas de la escuela, la apartaron del cargo pero al final el gobierno hizo la obra para reparar las instalaciones
Claudia Aguilar, la directora separada del cargo en la Escuela 39, dijo este lunes que pese a la sanción que se le impuso por denunciar las condiciones edilicias de su establecimiento, el gobierno contrató una obra para realizar refacciones en las instalaciones de gas, por lo que se corrobora que lo denunciado en su momento tenía fundamentos.
Claudia Aguilar, la directora separada del cargo en la Escuela 39, habló de las denuncias sobre las condiciones edilicias de su establecimiento. “Han dicho barbaridades de mí, como que yo abría las llaves de gas de la escuela a propósito –relató este lunes la docente-, se lo dijeron a la presidenta de la cooperadora y al presidente de la asociación de cooperadoras de Comodoro, por eso no podía dejarlo así. Pusieron en riesgo la vida de los niños y de mis colegas”.
Aguilar dijo en diálogo con Actualidad 2.0 que su situación está todavía pendiente de resolución, a raíz de que no ha terminado el sumario iniciado el año pasado, mientras que paralelamente ella presentó denuncias en distintos organismos, tanto a nivel judicial como en la Oficina de Derechos y Garantías de la Niñez y la Oficina Anticorrupción.
“Tengo la documentación de todo lo que he presentado, pero lo concreto es que después de un largo derrotero, el gobierno de Chubut admitió que era necesario hacer obras en las instalaciones de gas y contrataron a una empresa para todo el cambio de cañerías de las conexiones”, indicó la directora, en referencia a lo publicado en el Boletín Oficial de la Provincia.
En ese instrumento legal de comunicación oficial se informa, con fecha 22 de julio, que se ha aprueba lo actuado por la Dirección de Obras Públicas para contratar a una empresa que realizó los trabajos identificados como ‘Intervención en gas con documentación’, por un monto de 1.060.858 pesos.
Aguilar dijo que al leer el Boletín Oficial “no puedo explicar la alegría que sentí, porque las famliias le decían a sus hijos que nos e acerquen a determinados lugares de la escuela por el olor a gas, o que en los recreos permanecieran cerca de las puertas de emergencia. Me diezmaron y no fue nada fácil, porque se ha pedido ayuda psicológica para colegas, hubo mucho maltrato con sumario a una docente y el apartamiento de otra. Rompieron el proyecto pedagógico e la escuela, que es lo más terrible, además del problema del gas”.