Dos niños comieron un budín con drogas y están en terapia intensiva
Los menores ingresaron a la guardia del Hospital de Ezeiza por "intoxicación medicamentosa". Tenían en el cuerpo una droga que "se utilizan para tratar la ansiedad, insomnio y las convulsiones".
Un nene y un bebé permanecen internados en terapia intensiva desde el 2 de octubre tras consumir un budín con drogas que iba al penal de Ezeiza. Los niños ingresaron a la guardia del Hospital con una “intoxicación medicamentosa”.
Un remisero recibió el llamado de una mujer que le pedía un auto para ir a Liniers a agarrar un pedido y luego llevarlo frente al penal de Ezeiza, donde dos personas lo recibirían.
Según detalló Ambito, el chofer aceptó el viaje y la mujer y el remisero se encontraron en un barrio porteño donde ella le entregó un paquete que contenía budines y milanesas. El hombre partió rumbo al penal, donde dos personas recibirían el paquete para luego llevárselo al hijo de la mujer que estaba preso: "Le explicó que debía entregarle la comida a su nuera Laura y a César, el de la parrilla, en proximidades de la cárcel".
Cuando el remisero llegó al l ugar no había nadie. Estuvo unos minutos más hasta que llamó a su jefe para ver qué hacía: "El hombre le respondió que se lleve la comida a su casa, que era perecedero, y que no era su culpa que nadie retirara el pedido, y él se fue", indicaron fuentes policiales.
Cuando llegó a su esposa agarró el paquete y pensó que esa comida debería ser donada a una familia muy humilde de la zona. Agarró las milanesas y el budín y se los llevó a su vecina, una abuela que vive con sus dos nietos y su hijo.
Los chiquitos comieron el budín durante la merienda y horas después comenzaron a sentirse mal. La familia creyó que era una torta en mal estado, pero al trasladarlos al hospital se enteraron de la verdad.
"Intoxicación medicamentosa"
Los menores y la abuela ingresaron el 2 de octubre a la guardia del Hospital de Ezeiza con un diagnóstico de "intoxicación medicamentosa" y quedaron en terapia intensiva.
Tras varios análisis que les realizaron en el centro de salud descubrieron que en el cuerpo tenían benzodiacepinas, una droga que "se utilizan para tratar la ansiedad, insomnio y convulsiones".
Cuando la mujer que le encargó el traslado del paquete llamó al remisero para ver qué había sucedido con la comida él le confirmó que lo regaló ya que nadie se había presentado en el lugar. "Estás loco. Ese budín estaba lleno de plata", expresó con desesperación la mujer.