El descargo de la jueza Suárez frente a la acusación: “Sólo me senté en el piso, no me acosté boca abajo ni lo besé ni me besó en un sentido romántico”
En la primera audiencia del jury contra la magistrada de Comodoro Rivadavia, se leyó un descargo por escrito en el que Suárez rechazó las acusaciones por su conducta al visitar al preso Bustos, “para entrevistarlo con el objetivo de escribir un libro”.
En un extenso descargo, de más de 500 fojas, el abogado defensor de la jueza Mariel Suárez leyó este miércoles por la mañana los argumentos de la magistrada para rechazar las acusaciones en su contra, a partir de sus visitas al preso Cristian Bustos, al que se encontraba juzgando por homicidio.
Una de las aclaraciones que formuló por escrito fue que sus visitas para entrevistar a Bustos se vinculaban al primer homicidio, por el que fue condenado por otro tribunal (primero a perpetua y luego se le redujo la pena a 20 años) en el que ella no intervino, quien había sido condenado por matar a un bebé de pocos meses, hijo de su pareja y al que había reconocido como propio.
El detalle apuntaría a rechazar uno de los argumentos de la acusación, que le imputa pérdida de imparcialidad, al haberse reunido con el preso al que ella estaba juzgando por otro homicidio, el del policía Tito Roberts.
Más allá de esos detalles, la jueza justificó por qué se había sentado en el piso junto a Bustos:
“Con el objetivo de mantener conectados los dispositivos electrónicos y por supuesto de generar empatía y además porque fuera del ámbito judicial soy una persona informal, decidí sentarme en el piso –expuso-. Algo que hago con frecuencia en mi vida en general, en viajes o en encuentros con amigos y familia. Conducta que jamás advertí reñida con la ética de un magistrado y que el único objetivo del acercamiento era comentar el intercambio de ideas en voz baja y exhibir el material disponible, tanto en el ordenador como en el teléfono celular”.
En esa misma parte del escrito, aclaró: “No hubo momentos de intimidad, no me besó ni lo besé en un sentido romántico, no me faltó el respeto ni le falté respeto ni a él ni al personal policial. Todo el tiempo estuvo el personal policial apostado del otro lado de la puerta vidriada, tuvo oportunidad de observar en todo momento la conducta de ambos entrevistados y nunca esa entrevista fue interrumpida por ninguna irregularidad. El personal policial también se comunicaba con nosotros a través de las ventanas que se encontraban abiertas en toda la pared lateral, lo que motivó que por momento la conversación entre ambos sea en voz baja, que permita sólo ser escuchada entre nosotros vinculado con la temática del libro”, agregó.
“NO ADVERTÍ QUE LLEVAR ALGO PARA COMER ERA ALGO ANTI ÉTICO”
Siempre a través de la lectura a través de la voz del abogado defensor, mientras la propia jueza seguía las alternativas de la audiencia por vía streaming, ya que se encuentra en Bogotá, el defensor continuó leyendo:
“La presencia del personal policial pegada a la puerta o ventana hizo que nos acerquemos en un momento para mostrar algo de mi computadora portátil, como lo expliqué con todo detalle en la entrevista oral. Por la duración de la entrevista ocupamos distintas áreas del aula, lugar asignado por el personal policial, hemos estado de pie sentados, en las sillas y previendo la extensión de la misma decidí llevar algo para comer, lo que compartí con el interno. Sólo procedí a sentarme unos minutos en el piso, como cualquier persona se puede sentar en el piso, no procedí a acostarme boca abajo en el piso, no me tiré de espalda, no me puse a dar vueltas de cabeza en el piso, no asumí una conducta que llame la atención y/o atente contra la moral. Sólo me senté unos minutos en el piso como cualquier persona lo puede hacer y no es visto mal por nadie”, insistió.
En la misma línea de argumentos, a través del escrito agregó:
“Tampoco advertí que llevar algo para comer sea algo fuera de lo ético o algo prohibido por la ley. No advierto cuál sería la infracción en esta situación que genera el mal desempeño en mis funciones previsto por la ley y la constitución y cuál es el grado de afectación del decoro, la ética y la moral pública. La ley no da un concepto estricto de decoro o de ética, el mismo se va completando a través de la jurisprudencia que debe actualizarse conforme las normas, usos y costumbres de la sociedad en la que se juzga ese comportamiento”.
Del mismo modo, aclara que no conocía a Cristian Bustos ni sus causas hasta que ser designada como jueza en el juicio por el homicidio de Roberts y aquella oportunidad fue la primera vez que tomó contacto con el caso y con las partes del mismo, incluido el señor Cristian Bustos, quien resultara imputado.
Además, reiteró que durante el juicio mantuvo la imparcialidad en el proceso y fue parte del tribunal que lo condenó por el homicidio del policía, de lo que resultó una condena a prisión perpetua (aunque ella optó por una pena menor, de 8 años de prisión).