El peor final: un preso murió electrocutado mientras realizaba una conexión clandestina en celda
El recluso cumplía una condena a 18 años de prisión y solo le faltaba uno para recuperar su libertad,
El fin de semana pasado, un interno del centro penitenciario perdió la vida al electrocutarse en su celda.
La víctima fatal fue identificada como Martín Alejandro Quesada Carmona, de 36 años, quien realizaba una conexión eléctrica clandestina en el penitenciario de Alma Fuerte, San Rafael y recibió una descarga.
El personal del lugar fue alertado y rápidamente intentaron socorrerlo, trasladándolo de inmediato al hospital Central. Allí, los médicos constataron su fallecimiento.
Según informó Mendoza Post, Quesada Carmona estaba cumpliendo una condena de 18 años de prisión por robo con arma de fuego y homicidio agravado por el uso de arma de fuego, y se encontraba programado para ser liberado en mayo de 2025.
En 2007, Quesada utilizó dos armas de fuego, una escopeta recortada y un revólver calibre 22, para dispararle a Ramón Fredes. Cuatro de los disparos impactaron en el cuerpo de la víctima, quien también sufrió golpes con un hierro en diferentes partes de su cuerpo, lo que finalmente le causó la muerte. El fallecimiento de la víctima fue consecuencia de dos de los cuatro impactos de proyectiles que recibió.
En julio de 2017, mientras cumplía condena en la entonces Colonia Penal, Quesada logró escapar. Tras casi un año de estar prófugo, fue recapturado por la unidad investigativa de San Rafael. Quesada se encontraba escondido en una vivienda en Cipriano Miranda, en la Isla del Río Diamante. El personal de Investigaciones, en colaboración con los uniformados de la UMAR, rodearon el lugar y lograron dejarlo sin escapatoria.
