Está acusado por el femicidio de su novia y deberá esperar el juicio con tobillera electrónica en la casa de los padres de la víctima
Se trata del supuesto femicida de Rocío, una chica de 17 años que murió por un escopetazo en Benito Juarez. La familia de la víctima cree que fue un accidente y se ofreció como garante para que el acusado cumpla prisión domiciliaria.
Un hombre acusado por el femicidio de su novia en Benito Juarez dejará en las próximas horas la unidad carcelaria en la que se encuentra alojado para aguardar el juicio con tobillera electrónica en la casa de la familia de la víctima.
El caso conmocionó a la localidad bonaerense a mediados del año pasado, luego de que Rocío, una joven de 17 años, muriera por un escopetazo en su rostro y todo apuntara a Kevin Héctor Manuel Herrera Ullúa, su pareja.
De hecho, el hombre fue procesado “por homicidio doblemente agravado y por el empleo de arma de fuego y tenencia ilegal de arma de uso civil”, un delito que solo prevé como condena la prisión perpetua.
Lo sorprendente del caso es el lugar donde esperará por el inicio del juicio, dado que la familia de la víctima ofreció su casa como una alternativa a la cárcel para que su yerno cumpla con la prisión prevenitva.
Según el portal El Tiempo, cuando los efectivos policiales llegaron al lugar del crimen se encontraron con el hombre llorando y pidiendo perdón al lado del cuerpo de Rocío, e incluso aseguró que se le había escapado el disparo.
Así lo creen también los padres de la chica, y por ese motivo se ofrecieron como garantes en favor de Herrera Ullúa.
“En mi experiencia, nunca he tenido que resolver una situación como la expuesta ni tampoco he conocido casos similares”, señaló el juez de la causa en su dictamen.