Está preso en Diadema y dibuja para los niños mientras espera su condena
Se trata de Josué Martínez, quien este miércoles fue declarado penalmente responsable por haber asesinado a Abelardo Liempis el 8 de abril del año pasado en un comercio del barrio Abel Amaya.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - El comisario Fabián Infante detalló ante los jueces Mariel Suárez, Mónica García y Martín Cosmaro que la conducta del acusado ha sido excelente durante su permanencia en la comisaría de Diadema Argentina. Graficó que en su calabozo pintó murales de dibujos animados para actividades que realizaba la policía con la comunidad. También dibujó para el jardín de infantes del barrio. Dijo que si él lo hubiese conocido antes, lo habría recomendado para sumarse a la fuerza y que trabajara como dibujante para la Policía Científica.
“Fue excelente su conducta en la estadía en la comisaría”, describió ayer miércoles el comisario Fabián Infante sobre el comportamiento del carnicero Josué Martínez, quien ayer fue encontrado penalmente responsable de haber asesinado a Abelardo Liempis el 8 de abril del año pasado en un comercio del barrio Abel Amaya.
Según el comisario Infante durante su prisión Martínez se perfeccionó en armado y reparación de computadoras y trabajos en informática. Trabajó en un proyecto que pese a ser presentado por el juez Jorge Odorisio no fue autorizado por la Unidad Regional de Policía ya que no había personal para dictarle la capacitación a los detenidos en la prisión del Kilómetro 27.
“Se le entregó apuntes para practicar en el lugar de la detención para armar y desarmar y programar computadoras”, describió Infante. La esposa del comisario, que tiene conocimientos en el tema, incluso le dio clases pero no oficiales. “No hay situaciones de recreo y debemos buscar las alternativas para ellos. El curso se dictó de manera irregular porque no estamos autorizados, iba a ir un profesor según convenimos con la Defensa y no lo pudimos lograr, aprendió a reparar computadoras pero no tiene título”, indicó Infante a El Patagónico.
Pero lo que destacó el comisario fue la habilidad de Martínez para dibujar. En las actividades con la comunidad que organizó la policía, el detenido se ofreció para dibujar murales dentro de su celda, para que los niños luego pudieran pintarlos.
“Yo si lo hubiese conocido antes, le hubiera recomendado que haga los trámites para policía y lo hubiera recomendado para Crimininalistica”, se animó a sostener el comisario Infante.
Martínez dibujó a Mickey y al Ratón Pérez para los niños. Y desde el jardín de infantes de Diadema, cuando observaron los dibujos, no dudaron en contactarlo para que les dibuje. En su calabozo el carnicero pegaba los murales y los pintaba. Hoy escuchará el veredicto del tribunal penal en la causa que se elevó a juicio.
EL CRIMEN
Durante el juicio que afrontó Martínez y en donde todavía resta que el tribunal defina la pena que cumplirá como condenado, la fiscal Cecilia Codina consideró probado a lo largo del debate tanto la materialidad como la autoría del homicidio ocurrido el 8 de abril del año pasado, a las 22:30, cuando la víctima Abelardo Liempis junto a su pareja acudieron al mercado “Daniela”, ubicado en la calle Código 475, al 220 del barrio Abel Amaya.
En ese comercio, agregó la fiscal, fueron atendidos a través de una reja por un amigo del dueño y la víctima compró un paquete de hamburguesas, producto que pagó. Sin embargo, luego de ello Liempis comenzó a agredir con gritos a todas las personas que estaban dentro del local comercial y amenazó a la dueña de la propiedad.
A partir de ese incidente salió el dueño de la propiedad, de apellido Torrico Quinteros, con un hierro de grandes dimensiones en la mano y forcejeó con Liempis, que tenía en sus manos una piedra envuelta en un buzo.
En medio del incidente apareció Martínez portando un cuchillo de grandes dimensiones y apuñaló a Liempis en la zona lateral del cuello, del lado derecho, con un corte levemente de atrás hacia adelante y de arriba hacia abajo, lesionándole la arteria aorto-toráxica, lo que provocó su muerte por shock hipovolémico.
Codina se refirió a los diversos testimonios escuchados en el debate y a la grabación de una cámara de seguridad en el exterior del local comercial, que registró el momento preciso del homicidio. Luego de lo ocurrido el imputado le hizo con la mano a la policía que él no tenía nada que ver y que lo habían querido robar, pero la Fiscalía entiende que se probó en el debate la intencionalidad de Martínez de dar muerte a Liempis y también se probó el dolo directo.