Está preso hace dos años por tentativa de homicidio y asegura que es inocente
Marcos Luis Gallardo tiene 41 años y muchos de ellos los pasó en prisión por delitos cometidos en su adolescencia y juventud. En pleno juicio, el hombre asegura que las víctimas se desdijeron y esta semana declararon que no fue él quien les disparó el sábado 30 de noviembre de 2019 en un playón de estacionamiento del barrio 30 de Octubre.
Imputado por una doble tentativa de homicidio en Comodoro, Gallardo actualmente es sometido a un juicio oral y público. El hombre asegura que las víctimas -una pareja de novios en aquel entonces- se desdijeron y esta semana declararon, como lo hicieron en una audiencia preliminar, que no fue él quien les efectuó los disparos el sábado 30 de noviembre de 2019 en un playón de estacionamiento del barrio 30 de Octubre.
Las víctimas del ataque de una persona que bajó de un Chevrolet Astra y disparó fueron Carlos Llanos (sufrió una lesión leve a raíz de un disparo) y Gisella Pérez, una joven con antecedentes penales que recibió dos balazos y uno de ellos la dejó en grave estado por varios días ya que le perforó un pulmón.
Tal como informa Crónica, según Gallardo las víctimas, que declararon esta semana, manifestaron que no lo conocían y que alguien lo había nombrado en algún momento, pero no estaban seguros.
Marcos Gallardo estuvo prófugo varias semanas y no fue hallado en cuatro allanamientos hasta que quedó detenido a fines de enero de 2020 en la localidad de El Hoyo. Luego lo trasladaron a Trelew y desde octubre del año pasado cumple arresto domiciliario junto a su familia y su beba de pocos meses, en una casa de la calle Viamonte al 700.
“Estuve mucho tiempo separado de mis padres, hermanos, sobrinos, incluso de mis hijos, y eso no lo quiero más. Tuve que fugarme un tiempo porque nadie me iba a creer que yo era inocente -explica-. Ahora que tengo la corazonada de que voy a recuperar mi libertad, estoy deseando poder volver a trabajar, conservo mi trabajo en el sindicato petrolero, pero estoy con vacaciones, sin goce de sueldo. Nunca pude salir a trabajar para poder mantener a mi familia y ahora estoy cerca de volver a la normalidad", dijo y anheló que "esto se termine".
"No hay pruebas de nada en mi contra; fue una causa mal armada y se está probando. Faltan declarar algunos testigos, pero son todos testigos a mi favor -aseguró-. Yo ya pagué las cagadas que me mandé en el pasado; ese pasado me condenó también en esta causa para que me echen la culpa. Quiero que se aclare todo, pero al mismo tiempo tengo miedo de que en el futuro pase otra cosa grave y vuelvan a echarme la culpa. Necesito que se termine para poder disfrutar mi libertad y de mi familia y mi trabajo”.
El hombre espera la decisión judicial que se conocerá en las próximas horas para saber si logrará o no su libertad.
Mientras tanto, su abogado, Mauro Fontéñez, expresó en contacto con el mismo diario: "Hubo una causa preliminar antes de elevarse esta causa a juicio, y nunca debió llegar a esta instancia ya que mi cliente tendría que haber sido absuelto hace mucho tiempo, sin embargo prosigue con arresto domiciliario”.
Añadió que "hubo un anticipo jurisdiccional de prueba en esa audiencia donde mientras una de las víctimas, en este caso la señora Pérez, afirma que nunca vio a la persona que les disparó ya que estaba muy oscuro, pero ´estoy segura de que Marcos Gallardo no fue`. La restante víctima (Llanos) manifestó que mientras él la esperaba a Gisella Pérez en su auto, aparecieron dos personas que le quisieron robar, reconoció que una de esas personas era del barrio Ñaco (barrio Isidro Quiroga), y tampoco coincidían las características físicas que aportaban con las de mi cliente”.
Esta semana se presentarán varios testigos propuestos por la defensa que reforzarán la idea de que, en esta causa llevada a juicio por la fiscal Camila Banfi y que ahora en las audiencias la lleva adelante el fiscal Héctor Iturrioz, Marcos Gallardo sería ajeno a los cargos.
Fuente: Crónica