LA PLATA (ADNSUR) - Federico Lisi pasó casi cuatro años preso, por un crimen que él asegura que no cometió. Así también lo entendió el jurado popular, quien creyó su versión de que fue la policía la que lo presionó para que se auto incriminara por la muerte del electricista Miguel Ángel Quesada de 62 años. El asesinato quedó impune.
Quesada fue asesinado a puñaladas en su casa ubicada en 138 entre 60 y 61 en La Plata en diciembre del 2015. Después de un interrogatorio policial que duró varias horas Lisi, contra su voluntad, dijo que fue el autor del hecho.
En ese momento, Federico era ayudante del electricista, estuvo detenido durante tres años y nueves meses acusado de cometer el brutal asesinato. La confesión era la única prueba que sostuvo la acusación y su detención, así lo indicó Telefe Noticias.
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El abogado Gonzalo Alba, a cargo de la defensa, pidió que el caso sea debatido en el marco de un juicio por jurados por considerar que la prueba que existe en el expediente no se condice con la acusación de homicidio agravado criminis causa.
Según lo que expuso la defensa de Lisi, el joven fue "apretado" en la comisaría y obligado a reconocer un crimen que, según lo dictaminado por el jurado, él no había cometido. "El muchacho va como testigo a la comisaría y lo aprieta la policía y declara que fue él el que lo mató. A partir de ahí se empieza a construir un relato direccionado a su culpabilidad", señaló Alba.