Familiares del joven asesinado dudan de que lo hayan apuñalado para robarle
El hermano de Ezequiel Camino dijo que el barrio es "traquilo" y que le dieron "sólo un puntazo certero que le perforó el pulmón y el corazón".
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - César Camino, hermano del joven de 27 años que murió tras ser apuñalado en su casa mientras dormía con su familia, informó que por el momento investigan un "presunto robo" aunque lo puso en duda porque cuando familiares entraron a la vivienda "sólo faltaban una play y un control". El barrio "es tranquilo; nunca hubo robos y a dos casas hay un policía", dijo y relató cómo ocurrió el ataque en el que mataron al joven: "La mujer sintió a Ezequiel haciendo quejidos, se levantó, fue al pasillo y vio a un muchacho saltando por la ventana. Ahí ella despertó al hijo, lo levantaron, llamaron a la policía y a la ambulancia. Aseguró que su hermano era un "pendejo de familia. Se dedicaba al trabajo y la casa".
"Hasta el momento están todos investigando. Por ahora es un supuesto robo pero ayer cuando fueron a declarar fue como asesinato, no como robo porque no faltaba nada hasta las 16 horas que entramos y ahí dijeron que faltaban una play y un control”, dijo en diálogo con La Cien Punto Uno.
Remarcó que “era lo único que faltaba cuando entramos. Nos llama la atención a la gente del barrio porque acá se inauguró hace 28 años, fue un lugar siempre tranquilo; nunca hubo robos y a dos casas hay un policía. Por eso nos llama la atención todo. Aparte, los mismos vecinos, cuando ven algo raro, se comunican y avisan”.
Además, detalló que “él estaba durmiendo y no escuchó nada. Estaba de costado y, al entrar a la pieza, la sangre estaba en el colchón y en el costado no hay nada. Fue un solo puntazo certero que le perforó el pulmón y corazón”.
El hermano de la víctima detalló el día del ataque “estaban durmiendo en la cama. La mujer sintió a Ezequiel haciendo quejidos, se levantó, fue al pasillo y vio a un muchacho saltando por la ventana. Ahí ella despertó al hijo, lo levantaron, llamaron a la policía y a la ambulancia. A mí me llamaron 8,58 y cuando llegué ya estaba la policía y la ambulancia pero cuando quise ingresar a la casa la policía me dijo que no podía porque lo estaban atendiendo a Ezequiel. Después de 5 o 10 minutos, salió la policía diciendo que había fallecido”.
Consultado sobre posibles conflictos que hubieran desencadenado el ataque, manifestó: “era un pendejo de familia. Se dedicaba al trabajo y la casa, a la vida de mi viejo y a llevar a los chicos al colegio y entrenamiento. La junta que tenía era con los compañeros de trabajo. Todos los chicos que venían compartían asados y en el barrio era un pibe muy apreciado”.